Podemos afirmar que, en unos pocos años, los usuarios escogerán en qué marcas confiar, dependiendo de si se sienten o no seguros operando digitalmente con ellas. Por tanto, la filosofía en prevención de ciberataques se convertirá en parte de los valores corporativos a transmitir, ya que las compañías que no puedan demostrar que protegen sus activos y los de sus usuarios perderán la confianza del cliente. En este artículo conoceremos cuáles son los ataques que impactan directamente en nuestras acciones de márketing y qué tipo de prevención debemos establecer en cada caso.
Ciberseguridad para nuestras campañas de márketing digital
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El riesgo de un ciberataque y su coste en caso de sufrirlo son cada día más elevados. Además de los gastos directos que comporta dar una respuesta a una agresión de este tipo, deben sumarse otras pérdidas económicas a medio y largo plazo, derivadas, por ejemplo, de un descenso de ventas, producto de la mala imagen generada por la empresa, tanto ante los clientes como ante los propios accionistas. La vulnerabilidad aumenta con el uso de los dispositivos móviles, en los que los mecanismos de detección de ataques suelen ser más rudimentarios o, incluso, inexistentes. Dada su relevancia creciente, cada año son más los informes que divulgan las nuevas y más importantes amenazas que surgen en el ámbito de la seguridad en Internet. Uno de ellos es el informe de ENISA, la agencia de la Unión Europea para la ciberseguridad, que proporciona una visión general de la situación, junto con las tendencias actuales y emergentes. De él extraemos, en este artículo, los riesgos más relevantes para las empresas, haciendo especial énfasis en el impacto que estos pueden tener en su imagen corporativa, pero también en el terreno que nos ocupa, en la planificación de las campañas de márketing de productos o servicios.
ATAQUES SEGÚN OBJETIVOS
Empezaremos diciendo que, en términos genéricos, los ataques a empresas se pueden producir hacia tres objetivos muy concretos:
- Los activos digitales. Esto es, datos de los clientes, de los proveedores o de los propios trabajadores; información económica, de diseños, de patentes…, o de las características de las campañas de promoción en sí mismas (cuándo se lanzarán, a qué público objetivo, tipo de oferta, producto, etc. Con la finalidad de lanzar contracampaña a tiempo).
- Los canales de comunicación. Ya sean internos o externos, como el correo electrónico o la página web.
- La propia imagen de la organización en el mercado. Creando perfiles falsos, pretendiendo suplantar la identidad corporativa o de alguno de sus directivos o socios, por ejemplo.
En función del objetivo perseguido, la criminalidad en la red utilizará un tipo de ataque concreto. Veamos algunos de los más prevalentes hoy en día y qué medidas podemos tomar desde nuestra área de Márketing para poder prevenirlos, en la medida de lo posible:
SECUESTRO DE DATOS: ‘RANS...
Manel Medina
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Catedrático de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y director del Equipo de Seguridad para la Coordinación de Emergencias en Redes Telemáticas de la UPC (esCERT-UPC). Miembro del Consejo Asesor de la Asociación Española para el Fomento de la Seguridad de la Información (ISMS Forum Spain)
Xantal García
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Socióloga y directora de la agencia de márketing especializada en IT Compás
Pablo López-Aguilar
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Director tecnológico del AntiPhishing Working Group EU Foundation (APWG.eu)