¿Es posible garantizar la total seguridad de las transacciones electrónicas?

¿Es posible garantizar la total seguridad de las transacciones electrónicas? ¿Es posible garantizar la total seguridad de las transacciones electrónicas?

LV

Lluís Vera

Márketing y Ventas (Núm. 146) · Márketing

La dependencia de la sociedad y de la economía de las tecnologías de la información es, a fecha de hoy, incuestionable. A menudo, los medios de comunicación publican noticias sobre incidentes de ciberseguridad que ilustran las graves consecuencias que pueden llegar a tener para las compañías que los sufren en lo que a reputación, confianza y continuidad en la prestación de servicios se refiere. Por eso, la seguridad informática ha pasado a ser una de las prioridades en la agenda de los gobiernos, de las organizaciones y de los usuarios de Internet en general. La ciberseguridad como disciplina tiene como objetivo garantizar de forma efectiva la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de los sistemas de información. La rápida adopción y penetración de Internet en los últimos años ha hecho aumentar el número de activos digitales críticos a proteger y, con ello, la complejidad del entorno. Lo que empezó siendo una red diseñada para interconectar ordenadores, se ha convertido en una red que conecta también procesos, dispositivos e incluso personas. Y cuantos más dispositivos se conecten a una red, mayor será su exposición a las amenazas y mayor la probabilidad de sufrir ciberataques de actores maliciosos o intentos de acceso no autorizados. Dicho de otra forma: a mayor visibilidad de un activo en Internet, mayor probabilidad de que el ciberatacante pueda llegar a comprometer el dispositivo.

Dada la creciente complejidad del entorno, la ciberseguridad se está convirtiendo en una disciplina muy holística, porque, para proteger información confidencial, debe tener en consideración no solo aspectos tecnológicos, sino también todos aquellos relacionados con las ciencias sociales, la comunicación y el comportamiento humano. Así las cosas, podemos hacernos una pregunta: ¿cómo podemos protegernos de los ciberataques en nuestro día a día? En este sentido, muchos consumidores aseguran, por ejemplo, haber abandonado alguna vez una página web por no disponer de métodos seguros para realizar la compra, y todavía hay usuarios que afirman que el motivo principal para no comprar online es la duda que les supone pagar a través de la red. ¿Hasta qué punto son seguras las transacciones electrónicas? ¿Es posible garantizar al 100% su seguridad?

Debido a la naturaleza del ser humano, existen situaciones en las que el riesgo percibido puede presentar sesgos cognitivos y diferir en relación al riesgo real. A pesar de la percepción de desconfianza...