Guía de un estratega del Internet de las cosas
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Frank Burkitt
Márketing y Ventas (Núm. 132) · Márketing · Junio 2015
Esta tendencia, aparentemente repentina, en realidad, lleva décadas desarrollándose, pero es ahora cuando parece haber alcanzado un punto de inflexión. La irrupción del Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT) representa un cambio transformador para la economía, similar a la introducción del propio PC. No solo incorpora algunas de las últimas tendencias de la industria de la tecnología, tales como los servicios en la nube, el análisis de datos y las comunicaciones móviles, sino que va más allá. A diferencia de anteriores intentos de realizar un seguimiento y control de grandes sistemas, como la identificación por radiofrecuencia (radio-frequency identification, RFID), la conexión a Internet ofrece una versatilidad casi ilimitada. El IoT también abre un abanico de nuevas oportunidades de negocio para muchos y diferentes agentes, oportunidades que se dividen en tres grandes categorías estratégicas, cada una de las cuales refleja un tipo diferente de empresa:
Los "habilitadores", que desarrollan e implementan la tecnología subyacente.
Los "enlaces", que diseñan, crean, integran y ofrecen servicios a los clientes del IoT.
Los "potenciadores", que inventan sus propios servicios de valor añadido, además de los servicios proporcionados por los enlaces, que son únicos en el IoT.
Frente a este nuevo panorama, ¿cómo podría nuestra empresa crear valor? Dependerá del tipo de negocio al que nos dediquemos, de las capacidades que podamos desarrollar en un futuro y, sobre todo, de nuestra capacidad para comprender el significado de estas nuevas tecnologías.
EVOLUCIÓN Y OPORTUNIDADES
En la actualidad, el IoT sigue siendo un terreno abierto para las organizaciones empresariales. Es un campo joven y heterogéneo, aunque también lleno de incertidumbres. Las estimaciones del impacto económico potencial para 2020, según un seguimiento realizado por el servicio de información Postscapes, van desde alrededor de dos billones de dólares a más de catorce billones. Tanto las pequeñas como las grandes empresas, estén consolidadas o sean nuevas, tratan de marcar su territorio. Las expectativas son altas: una de cada seis compañías se plantea lanzar un producto basado en el IoT, mientras que tres cuartas partes de las empresas están explorando cómo utilizarlo para mejorar sus operaciones y servicios internos (ver anexo 1). Es probable que, al principio,...