Tecnología, sí, pero no para todo
El sector opina
PD
Pedro Dañobeitia
Management & Innovation (Núm. 56) · Finanzas · Junio 2023
La gestión de grandes patrimonios tiene el objetivo de proteger y preservar el legado de sus clientes. Las nuevas generaciones, herederas de patrimonios familiares que vienen incluso de siglos atrás, están muy preparadas y habituadas a trabajar con tecnología de vanguardia. Además, y esto no cambia con respecto a sus padres y abuelos, que disponían de menos herramientas digitales, son tremendamente exigentes.
Es imperativo dotarles de todas las soluciones disponibles, tanto tecnológicas como de gestión integral de su patrimonio, y ofrecerles alternativas de inversión diversificadas, en arquitectura abierta, acordes a su perfil inversor y con riesgo ajustado, que puedan proporcionar rentabilidades atractivas.
La apuesta que las entidades hemos de hacer por la digitalización es fuerte. Pese a no ser el valor determinante en nuestro segmento de gestión de grandes patrimonios, en el que priman la personalización y la exclusividad, hemos de mantenernos al día con los desarrollos tecnológicos que puedan dar servicios añadidos a nuestros clientes. Tendencias como la IA o los asesores robot pueden ser una magnífica herramienta complementaria.
La gestión de grandes patrimonios exige huir de la estandarización y de fórmulas precocinadas y trabajar a medida de las necesidades de cada cliente, lo que crea un estrecho vínculo de confianza mutua. La tecnología es una herramienta que ayuda a prestar este servicio a medida, pero no sustituye la interacción humana. El mayor reto en banca privada es no perder la confianza del cliente, por lo que es necesario procurarle un servicio que cumpla sus expectativas en rentabilidad y gestión y le haga sentirse bien atendido, cuidado, asesorado e informado en todo momento.
Pedro Dañobeitia
Director general del Banco Mirabaud en España ·