Los inversores que sigan los consejos de cautela, prudencia y paciencia de Benjamin Graham no alcanzarán la riqueza, pero encontrarán la manera de orientarse en un mundo, el del mercado de inversión, repleto de incertidumbre y de irracionalidad. Los conceptos básicos para construir una política de inversión más segura se recogen en este artículo, adaptado de la cuarta edición de su libro El inversor inteligente, revisada y actualizada por Jason Zweig.
Una estrategia de inversión basada en la prudencia
BG
Benjamin Graham
Business & Technology (Núm. 20) · Finanzas · Octubre 2015
Todos los inversores expertos son conscientes de que el concepto de margen de seguridad es esencial para elegir unas obligaciones y unas acciones preferentes adecuadas. Por ejemplo, una empresa de ferrocarriles debería haber conseguido unos ingresos que cubrieran con creces cinco veces sus cargas fijas (antes de impuestos), durante una serie de años, para que sus obligaciones tuvieran categoría de títulos de nivel de inversión. Esta habilidad del pasado para obtener unos ingresos superiores a los intereses que deben desembolsar constituye el margen de seguridad con el que se cuenta para proteger al inversor frente a las pérdidas o a la inquietud, en el supuesto de que se produzca algún tipo de declive en el futuro en los ingresos netos. (El margen por encima de las cargas se puede denominar de otras formas: por ejemplo, en el porcentaje en el cual los ingresos de los beneficios pueden descender antes de que desaparezca el saldo positivo después del pago de intereses, pero la idea subyacente sigue siendo la misma).
El inversor en obligaciones no espera que los futuros beneficios medios sean iguales que los del pasado; si estuviera seguro de eso, el margen exigido podría ser pequeño. Tampoco se basa en medida alguna en su capacidad de juicio sobre si los beneficios futuros van a ser materialmente mejor o peor que en el pasado; si lo hiciese, tendría que medir su margen en términos de una cuenta de ingresos cuidadosamente proyectada, en vez de destacar el margen que se puede apreciar en el historial pasado. En este caso, la función del margen de seguridad, es, en esencia, la de hacer innecesaria una estimación exacta del futuro. Si el margen es grande, es más que suficiente para suponer que los futuros beneficios no quedarán por debajo de los del pasado, de modo que el inversor pueda sentirse suficientemente protegido frente a las vicisitudes del tiempo.
¿CÓMO SE CALCULA EL MARGEN DE SEGURIDAD?
El margen de seguridad de las obligaciones se puede calcular, alternativamente, comparando el valor total de la empresa con el importe de la deuda. (Se podría realizar un cálculo similar para las acciones preferentes). Si una empresa adeuda 10 millones de dólares y su patrimonio está valorado en 30 millones, queda margen para una reducción de dos tercios de su valor, por lo menos en teoría, antes de que los tenedores de obligaciones sufran pérdidas. El importe de este valor extraordinario, o “colchón”, por encima...
Benjamin Graham
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Profesor de la Universidad de Columbia y destacado economista e inversor.