Cualquier persona que aspire a convertirse algún día en consejero delegado debe perfeccionar sus habilidades con respecto a cuatro condiciones esenciales.
¿Así que quiere ser CEO?
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David R. Beatty
Business Review (Núm. 285) · Habilidades directivas · Enero 2019
En algún momento de sus carreras, la mayoría –si no todos– de los directivos aspiran a convertirse en el consejero delegado (CEO, por sus siglas en inglés) de su organización. ¿Y por qué no? Estas personas suelen ser muy ambiciosas no solo con respecto a sí mismas, sino también con respecto a sus negocios e, incluso, a la sociedad. Sin embargo, como sucede con la mayoría de las cosas en la vida, las aspiraciones son una cosa y lo que sucede, otra. Para aumentar sus probabilidades de convertirse en un candidato viable, tendrá que evolucionar de una manera espectacular. Es muy posible que se tenga éxito como director Financiero, director de Márketing o director de alguna división operativa importante, con un sólido historial de éxitos. Pero dicha experiencia –aunque probablemente sea necesaria para ser tenido en consideración– no es suficiente para ser “carne de CEO”. Basándome en mis cuarenta años de experiencia trabajando estrechamente con una amplia variedad de CEO como miembro o presidente de Juntas Directivas, hay dos importantes consideraciones que exigen la atención del Consejo de Dirección cuando se plantea la planificación de la sucesión (y también la atención de los aspirantes a CEO, a la hora de planificar sus carreras profesionales).
1. Un cuidadoso entendimiento de “lo que esta organización necesita ahora”. Algunas empresas necesitan un rumbo completamente nuevo: piense en los desafíos a los que ahora se enfrenta General Electric. Otras están tratando de cambiar su enfoque: GlaxoSmithKline, por ejemplo, ascendió en abril de 2017 a la consejera delegada de su División de Productos de consumo, Emma Walmsley, al convertirla en CEO absoluta de la empresa farmacéutica, sucediendo a sir Andrew Witty. Y otras compañías puede que necesiten una reducción radical de costes: como fue el caso de Canadian Pacific Railway, poco antes de que el recientemente fallecido E. Hunter Harrison se subiera a bordo.
2. Reconocer que el trabajo del CEO es sustancialmente diferente de cualquier otro trabajo. Por mi experiencia, las importantes diferencias del trabajo de CEO no son debidamente apreciadas por la mayoría de las Juntas Directivas, y deberían ser lo primero que le venga a la mente a cualquier aspirante a CEO, ya que estos elementos de su rol proporcionan una especie de plantilla de desarrollo para el posible CEO. Cuatro responsabilidades “direccionales” hacen que sus funciones sean sustancialment...
David R. Beatty
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Director académico del David and Sharon Johnston Centre for Corporate Governance Innovation y profesor de Gestión Estratégica en la Rotman School of Management. Ha sido miembro de 35 Juntas Directivas y presidente de 8 empresas que cotizan en bolsa. Director de FirstService Corporation, Walter Energy y Canada Steamships Lines
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TP