'Blockchain' es un término del que cada día oímos hablar con más frecuencia. Sin embargo, muy probablemente, aún desconocemos su significado y, sobre todo, cómo podemos aplicarlo a un negocio. Y no es extraño, puesto que se trata de una tecnología no especialmente sencilla de comprender. No obstante, debemos empezar a familiarizarnos con ella por las numerosas aplicaciones empresariales que tendrá. En especial, en el campo del márketing. ¿Cómo cambiará la manera de "hacer" márketing? Entre otras cuestiones, redundará en una mayor seguridad en las transacciones y en una "democratización" de nuestros datos, además de que generará un nuevo modelo de publicidad digital y de relación con nuestros cliente.
'Blockchain' en el Márketing de las empresas: la disrupción que llega
JM
Juan Merodio
Márketing y Ventas (Núm. 131) · Márketing · Agosto 2018
Management & Innovation (Núm. 19) · Márketing · Octubre 2019
Para entender qué es blockchain, primero debemos hacer referencia a bitcoin, una criptomoneda (moneda digital) nacida en 2009 cuyo valor fluctúa en función de la oferta y la demanda. Sin embargo, su importancia real se basa en la tecnología con la que se ha creado, que no es otra que la tecnología blockchain. Pero ¿en qué consiste esta tecnología? Resumiéndola: en llevar el dato a las personas. Se basa en lo que se denominan “transacciones”, que se entienden como envíos de bitcoins que quedan registrados en la “cadena de bloques” que conforma blockchain. Dichas transacciones se dividen en cuatro partes – origen, firma digital, dato y destino–, cada una de las cuales va siempre firmada digitalmente, de tal manera que siempre conocemos su origen. Blockchain funciona a partir de complejos problemas matemáticos que generan un “bloque” fundamentado en tecnología criptográfica llamado hash, que no es otra cosa que el identificador de cada envío de pago realizado en la cadena de bloques, que permite saber si la transacción se ha ejecutado correctamente y si ha llegado al destino o monedero final. Cuando el problema se resuelve de manera completa, el bloque criptográfico se puede considerar también completado.
El sistema funciona como una red de nodos descentralizada, lo que significa que no hay un nodo que sea el “jefe”, o sea, que maneje la información, sino que puede serlo cualquier elemento con capacidad de almacenamiento y computación (un ordenador, una tableta…) que permita la resolución de los problemas matemáticos mencionados. Lo que tiene esto de positivo está relacionado con la seguridad, ya que, al no existir centralización, la cadena de bloques no puede alterarse ni manipularse, por lo que, si cualquiera de los bloques, o cualquier información que contengan, como pueden ser los datos del pago realizado, intentan ser cambiados, el proceso se invalida, y la única manera de volverle a dar validez es reemplazando la información cambiada por la original.
Las personas que se encargan de crear estos bloques reciben el nombre de “mineros”, y cada vez que culminan su trabajo reciben una compensación económica, normalmente en forma de criptomonedas. Otra parte de la tarea de los mineros es asegurar que las transacciones sean válidas, para mantener el correcto funcionamiento de la propia red, en cuanto a operatividad y seguridad. Y, como comentábamos antes, al validar la transacción de una manera descentralizada, esta no puede ser modifi...
Juan Merodio
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Bloguero y Speaker & International Advisor in Marketing, Innovation, Management & Digital Transformation