Netflix, con su modelo de suscripción de video bajo demanda mediante 'streaming', es la cúspide del iceberg del modelo actual del mercado audiovisual en línea. ¿Cómo ha llegado esta compañía a su posición de liderazgo y qué futuro se le presenta?
Caso: El pelotazo de Netflix, claves de un éxito mundial
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HBO, Amazon Prime Video, Hulu o Netflix son las compañías que han reconfigurado el mercado audiovisual durante la última década. Sus modelos de negocio rompen con la industria tradicional, convergiendo en torno a la distribución de contenidos comunicativos (preferentemente de ficción) a través de un único canal, Internet. Sin embargo, no parecen los únicos que pretenden abarcar ese mercado: Apple y Disney están a punto de aterrizar en ese sector, pidiendo también su cuota del pastel.
No obstante, hasta la fecha, se puede hablar de un líder indiscutible en el mercado de distribución de contenidos audiovisuales en línea: Netflix. La plataforma de video bajo demanda marca la pauta de un sector que lidera. Sin embargo, el modelo de Netflix no puede describirse como unívoco y uniforme, sino como poliédrico y mutante, ya que se encuentra condicionado por la indefinición de un escenario cambiante y en continua evolución, en adaptación constante a las nuevas propuestas y tecnologías. De hecho, como sostienen Izquierdo (1) y Carrillo (2), el modelo de Netflix evidencia la transformación de un servicio nacido en 1997 como alquiler en línea de videos en soporte DVD hacia la modalidad de suscripción de video bajo demanda mediante streaming (ya desde 2007), como si de un estudio de producción se tratase. El servicio ofrece el acceso a un amplio catálogo para el consumo del cliente cuando (y donde) prefiera. Ello supone el desarrollo de una estrategia multiplataforma que hace llegar, primero a Netflix y después a sus competidoras, a toda una amplia gama de pantallas en dispositivos tales como ordenadores, televisores, tabletas, teléfonos móviles, etc., conectados a Internet. Todo ello sin olvidar parámetros como la calidad de la imagen, unas tarifas relativamente económicas, una clara apuesta por las series y la producción propia y la ausencia de permanencia. Estas características, emuladas en parte por su competencia, hacen de Netflix como plataforma un canal de distribución de contenidos en línea más que exitoso no solo potencialmente, sino también en la práctica. Así lo prueba su expansión internacional, que alcanza ciento noventa países a escala global, con contenidos producidos en todo el mundo y millones de clientes en todo el globo terráqueo.
Netflix: fenómeno, orígenes, historia y etapas
Aunque, h...
Jorge Tuñón
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Profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y colaborador de OBS Business School
Agnese Gambari
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Gestora de Proyectos Europeos en Altair Asesores y colaboradora de OBS Business School