Caso práctico. El desarrollo de nuevos productos en mercados emergentes
Business Review (Núm. 269) · Estrategia · Julio 2017
Durante más de una década, las empresas multinacionales de los países desarrollados han estado trasladando una parte sustancial de sus departamentos de Investigación y Desarrollo (I+D) a mercados emergentes como la India y China. Si bien el hecho de que los centros de I+D se sitúen, habitualmente, en países desarrollados viene propiciado por tratarse de mercados lucrativos, o por ser allí donde se encontraban los expertos en las materias específicas de las que se tratara, la ubicación de la I+D en países en vías de desarrollo ha sido impulsada últimamente, en gran medida, por la disponibilidad de mano de obra cualificada a bajo coste. En un principio, estos centros de I+D en mercados emergentes funcionan, en gran medida, como extensiones de I+D del país de origen, ejecutando proyectos muy concretos bajo estrecha supervisión de la sede central.
Sin embargo, la dinámica de la I+D de las multinacionales está cambiando rápidamente. Los mercados emergentes son los nuevos catalizadores del crecimiento de la economía mundial, y su singular paquete de oportunidades y desafíos puede ser un manantial inagotable de innovación para una empresa multinacional. Simultáneamente, muchos centros de I+D situados en mercados emergentes han evolucionado hasta alcanzar capacidades técnicas avanzadas, lo que ha permitido que sus empleados puedan reclamar que se les ofrezcan trabajos de mayor valor añadido y responsabilizarse de una línea completa de producto o tecnología. Ese clamor se hace más fuerte cuando la filial de I+D se encuentra en un país con un gran mercado propio, como la India o China.
Dadas estas circunstancias, las filiales de I+D en mercados emergentes se encuentran en una posición privilegiada para desempeñar un papel importante en la estrategia de innovación de las empresas multinacionales. Sin embargo, esta idea no se corresponde, a menudo, con la mentalidad de innovación, los procesos y las estructuras dominantes de las empresas multinacionales con sede en países desarrollados. Además, el hecho de que las capacidades para liderar productos de los centros de I+D situados en los mercados emergentes no estén, con frecuencia, bien consolidadas dentro de la empresa supone un obstáculo añadido. En este contexto, planteamos varias preguntas: ¿cuándo está preparada la filial para asumir tales responsabilidades?, ¿en qué tipo de productos o tecnologí...