Para ser longevas, las empresas familiares deben ceñirse a una serie de reglas imprescindibles. De lo contrario, se arriesgan a quedar fuera de juego a las primeras de cambio.
Cinco reglas básicas para superar los retos en la empresa familiar
JT
Josep Tàpies Lloret
Management & Innovation (Núm. 72) · Estrategia · Febrero 2025
Las empresas familiares (o, quizá mejor, las familias empresarias) suelen tener como propósito acrecentar el legado recibido o creado para dejárselo a la siguiente generación. Este es un largo camino no exento de obstáculos. Sin embargo, teniendo en cuenta ciertas reglas básicas, aumenta mucho la probabilidad de perdurar con éxito de generación en generación.
Estas son las cinco reglas básicas que las familias empresarias que aspiren a tener éxito en su proyecto de continuidad deben considerar.
Regla n.º 1: tratar a la empresa como empresa y a la familia como familia
Las reglas del juego en los dos ámbitos son claramente distintas. En la empresa, el juego es la meritocracia: los mejores tienen que estar en los puestos más elevados porque, de lo contrario, la compañía no tendrá el nivel de competitividad necesario para hacer frente a los desafíos de sus competidores. Esto parece una obviedad, pero hay empresas familiares a las que se les olvida, porque lo miran desde el lado de la familia.
El punto de vista en el lado de la familia es otro. Allí las cosas son distintas. La familia no está para competir, está para dar felicidad a sus miembros, para que se sientan acogidos. En definitiva, para ser un lugar en el que las personas experimenten bienestar y tengan el máximo grado de felicidad posible. Como es obvio, esto es distinto que estar en un juego de meritocracia compitiendo con otras empresas que participan en el juego del libre mercado.
Regla n.º 2: anticiparse para evitar las sorpresas
Las sorpresas son el principal enemigo de la empresa familiar. La diferencia entre las compañías familiares exitosas –en su duración en el tiempo– y las no exitosas es solo una: las primeras tienen mecanismos de resolución de conflictos antes de que estos aparezcan. El conflicto es inherente a la condición humana y aparecerá en algún momento; no solo en la empresa familiar o en la familia empresaria, sino en cualquier organización de personas. Y hay que saber cómo gestionar este conflicto. Evidentemente, en las empresas familiares o en las familias empresarias, como hay más emociones en juego, la probabilidad de aparición de conflictos es más alta, y, por lo tanto, es temerario no disponer de los mecanismos de resolución de conflictos que podamos necesitar cuando estos se presenten.
Regla n.º 3: dis...
Josep Tàpies Lloret
Profesor emérito del Departamento de Dirección Estratégica en IESE Business School ·