Cómo emplear la información para crear valor en la empresa
Business Review (Núm. 192) · Estrategia · Julio 2010
Todas las empresas se enfrentan a una complejidad cada vez mayor. Las relaciones con los competidores, clientes y proveedores son cada vez más complicadas y comprometidas. En el plano interno, muchas organizaciones cuentan con procesos complejos, diversas unidades de negocio, estructuras matriciales y una base de profesionales muy diversa. ¿A qué se debe, entonces, que algunas pueden abordar la complejidad mejor que otras, y, gracias a esa mayor destreza, superar a la competencia?
Gestionar y utilizar de manera efectiva la información de productos, de clientes, de opreaciones y de gestión son factores clave a la hora de determinar el grado de destreza con el que la empresa aborda la complejidad. Nuestra investigación ha llegado a la conclusión de que las empresas que han conseguido mejores resultados que las demás han desarrollado capacidades de gestión de la información más maduras. La gestión de la información requiere que la empresa fomente entre todos los profesionales valores y conductas proactivas en materia de información en especial sobre la manera de usar y compartir lo que saben con los demás, que desarrolle prácticas de procesamiento de la información vinculadas a las estrategias del negocio y las realidades de los mercados externos, y que invierta en tecnologías de la información (TI) para la dirección y para apoyo a la innovación, no sólo para el funcionamiento de los procesos y operaciones. Las empresas de alto rendimiento han desarrollado sistemáticamente estas capacidades de información (IC) a lo largo del tiempo.
Cuando la empresa ha alcanzado un nivel maduro de gestión de la información, puede utilizar los datos sobre clientes, productos, operaciones y rendimiento para optimizar otras capacidades operativas. Con la calidad y cantidad adecuadas de información, con los conocimientos necesarios para utilizarla adecuadamente y con unas operaciones más eficientes y eficaces que la competencia, estas empresas perciben, gestionan y reaccionan de forma proactiva ante cualquier situación compleja que se les plantea, tanto interna como externamente.
Las empresas con capacidad de información inmadura tienen dificultades para hacer frente a la complejidad y lograr buenos resultados. Sin la información correcta, no saben cómo reaccionar adecuadamente a los acontecimientos internos o externos. Se requieren más recursos y más tiempo para hacer las cosas y, por lo tanto, son menos eficientes y eficaces. La diferenci...