Cómo gestionar el estrés

Cómo gestionar el estrés Cómo gestionar el estrés
Business Review (Núm. 184) · Recursos humanos

El estrés en contextos laborales es un fenómeno que cobra cada vez más importancia en la moderna sociedad industrial, sobre todo debido a que en tiempos de crisis y de incertidumbre llega a ser extremadamente incapacitante a causa de la intensa sobrecarga de estímulos y las continuas demandas de actuación que conlleva este tipo de situaciones, que implica la necesidad no sólo de poner en marcha respuestas adaptativas eficaces, sino también de actuar con rapidez. Es bien sabido que el estrés presenta un importante impacto en la salud física, psicológica y social de las personas, así como costes considerables para el bienestar integral del individuo, lo que a largo plazo repercute negativamente en la vida económica.

Sin embargo, el estrés es un fenómeno complejo, que en sí mismo no constituye una anomalía y cuyos efectos no son necesariamente negativos. Es ante todo una reacción natural y biológicamente adaptativa para la supervivencia del individuo en la medida en la que está orientado a facilitar la adaptación a nuevas condiciones del medio circundante, siendo cómo se experimenta el estrés lo que desencadena la manifestación de consecuencias negativas. Esta experiencia del estrés depende de multitud de factores, que son los que se pretende abordar aquí. Para ello nos referiremos en primer lugar al concepto de estrés, para a continuación analizar las variables que lo afectan. Este artículo gira en torno a los efectos que presenta el estrés generado en el entorno laboral sobre los procesos de salud y enfermedad. Nuestro objetivo principal es proporcionar claves que permitan establecer líneas de actuación que conlleven una gestión más eficaz del estrés en las empresas, con el fin de contribuir a evitar y prevenir, o al menos disminuir, las graves consecuencias que puede generar.

¿QUÉ ES EL ESTRÉS?

El estrés ha sido conceptualizado de muy diferentes maneras desde que Cannon elaborara el primer modelo en 1932, el cual lo consideraba en términos de estímulo o factor del medio que exige un esfuerzo no habitual de los mecanismos homeostáticos para devolver el cuerpo a su estado de equilibrio interno habitual, con lo que asentaba las bases para el estudio de los efectos patológicos del estrés.

Uno de los modelos más conocidos del estrés es, sin duda, el propuesto por Hans Selye en 1936, que contemplaba que el estrés exige no sólo la presencia de estímulos estresantes, sino sobre todo la de un conj...