Cómo pueden evitar las empresas la crisis de la madurez
Business Review (Núm. 159) · Estrategia · Junio 2007
La percepción generalizada es que las empresas, al igual que las personas, atraviesan una serie de etapas vitales. Todas las empresas empiezan con la experimentación y el rápido aprendizaje de una start-up, pasan por una frenética adolescencia cuando amplían su modelo de negocio, maduran y se convierten en entes fiables, pero aburridos, en su etapa de madurez y, finalmente, experimentan un inevitable declive. Algunas empresas progresan a lo largo de esta secuencia en forma de cohortes: pensemos en los fabricantes de miniordenadores de la Ruta 128 o en las fábricas de algodón de Lancashire. Otras recorren su ciclo vital en solitario, como hicieron Polaroid Corp. y la empresa de moda y decoración para el hogar Laura Ashley.
Para muchas personas, la madurez es una etapa difícil de la vida, de ahí la crisis de la madurez. Las emociones e ilusiones de la juventud ya han pasado. Por delante sólo aguardan los achaques y el declive de la vejez. La madurez también puede ser difícil para las empresas. Las oportunidades de innovación de productos parecen escasas y remotas, y la organización centra su atención en la incansable búsqueda de eficiencias de procesos, que en el mejor de los casos servirán para demorar el inevitable declive. Las adquisiciones audaces y los proyectos de investigación innovadores se descartan porque se considera que son intentos indecorosos de recuperar la juventud perdida, el equivalente en el mundo empresarial a comprarse un Corvette rojo.
A pesar de que la metáfora de una organización que atraviesa el ciclo vital es una analogía convincente, en su esencia induce a error. Por abreviar, el ciclo vital no es el destino. Nuestra investigación de varios sectores y empresas supuestamente "maduros" revela una gran disparidad entre las empresas vencedoras que disfrutan de un crecimiento rentable sostenido y las empresas derrotadas que se avanzan tambaleantes hacia la debilidad y el declive. Pensemos en Lloyds TSB Group PLC, una importante empresa de servicios financieros minoristas del Reino Unido. Entre principios de la década de los noventa y el año 2003, el consejero delegado de Lloyds consiguió aplausos por su ejemplar gestión de una empresa madura, que gracias a unos rigurosos controles financieros obtuvo un impresionante rendimiento del capital. Sin embargo, esos resultados fueron obtenidos a expensas del crecimiento, ya que pocas propuestas de inversión eran capaces de rebasar con éxito el listón de elevado rendimi...