Competitividad en la era digital
Business Review (Núm. 250) · Estrategia · Octubre 2015
Justo cuando parecía que el mundo de los negocios no podía ser más volátil, el precio del petróleo se desploma a más de la mitad. Cuando empezábamos a pensar que ya no podía ser más complejo, las agencias reguladoras cambian las normas de arriba abajo. Y cuando creíamos que no podía moverse a un ritmo más rápido, llega la velocidad de la tecnología digital.
La disrupción digital ha cambiado dramáticamente la velocidad de los ciclos de vida del mercado. Antes, el ciclo de vida de un producto o servicio podía representarse con una curva de campana, donde la adopción cobraba impulso gradualmente y el éxito se mantenía en el tiempo. Era un modelo que garantizaba un trozo del pastel a todos los jugadores que quisieran participar, sin importar el número. Ahora, con el ritmo al que está cambiando el mercado, el nuevo modelo de adopción de productos y servicios tiene más la forma de una aleta de tiburón que de una curva de campana: se caracteriza por un éxito repentino, a veces hasta violento, seguido de un corto pero brillante período de dominación que pasa a un declivedramático, la señal de que es necesaria una nueva extensión o una mejora del producto. Entonces se produce otra disrupción. y el ciclo vuelve a empezar.
Volatilidad, complejidad y rapidez
Tomemos como ejemplo Kinect, un dispositivo complementario a la videoconsola Xbox 360 de Microsoft con el que la compañía batió el récord Guinness del mundo de ventas a finales de 2010.Microsoft vendió ocho millones de unidades de Kinect en tan solo dos meses. Tras unas ventas tan fuertes en tan poco tiempo (éxito repentino y corto, aunque brillante período de dominación), el mercado se saturó (declive dramático), y Microsoft, simplemente, se centró en conseguir la siguiente innovación (búsqueda de la próxima disrupción).
Lo digital está abriendo también las compuertas de otros mercados, unos que tienen pocos obstáculos tanto de entrada como de salida, de modo que tanto los recién llegados como los jugadores más tradicionales pueden llegar de la nada y ganar preponderancia rápidamente. Para ponernos en situación, partamos de la base de que antes se tardaba varias décadas en construir una empresa de mil millones de dólares. Pues bien, Google lo ha hecho en ocho años, Airbnb en cinco y Facebook en apenas dos.
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