Ha pasado lo imposible, lo que no tenía que pasar. La ficción se ha hecho realidad, y la realidad, en ocasiones, supera a la ficción. A causa de la pandemia de la COVID-19, países de economías de primer orden se han encontrado desabastecidos de equipos médicos y material sanitario de primera necesidad y se han visto abocados a una crisis sanitaria y económica que parecía imprevisible. Se ha reconocido que se está reaccionando a medida que avanzan los acontecimientos, de forma que los vaticinios de la clase científica se convierten en directrices para gobernantes, que tienen que convertirlas en medidas drásticas e impopulares, o bien en muy drásticas y más impopulares aún.
Y todo esto nos ha cambiado la vida. La ha ralentizado, e incluso ha paralizado determinados sectores económicos, como el turismo, la hostelería, la automoción o la construcción, entre otros, sobre los que se asienta una parte considerable del PIB de muchos países.
De VUCA a VUCAI
Es el momento de poner a prueba la solidaridad, la generosidad y la unidad. Momento para entender que el bien individual pasa por perseguir el bien colectivo y para dar sentido al concepto de Unión Europea. Y mientras los gobiernos se ponen de acuerdo, o no, y siguen interpretando particularmente cada una de las medidas que preservan su bien colectivo, nuestra vida ha cambiado: la forma de relacionarnos, el ocio doméstico, la movilidad, los hábitos de compra, el trabajo en remoto, la utilización del tiempo, etc. Un tsunami económico y social que ha desbordado a todo el mundo y en el que la tecnología se ha convertido en el “socorrista”, salvavidas de personas y empresas. Hay que reconocer que la tecnología ha permitido seguir nuestra vida social y productiva en muchos ámbitos, en forma de redes sociales, teletrabajo y e-commerce.
Y ante este nuevo entorno, la denominación de VUCA se queda corta para definirlo, invitando a evocar fonéticamente el apellido del escritor argentino Jorge Bucay, y reivindicando una ampliación: VUCAI.
- I de IMPACTO. En la medida en que lo sucedido tiene una gran incidencia y repercusión desde múltiples perspectivas (social, sanitaria, productiva, económica, etc.).
- I de IMPREVISIBLE E IMPROBABLE. ¿Cómo se gestiona algo que tiene pocas probabilidades de que suceda y que, por otra parte, es imprevisible, ya que no cuenta con ningún antecedente contemporáneo de las mismas características? No hay un guion establecido para los sucesos improbables, que, por ende, se convierten en inesperados.
- I de INCAPACIDAD. Un suceso de tal magnitud que pone de relieve el desajuste entre los recursos disponibles y los necesarios para poder afrontarlo. Más allá de la incapacidad para predecirlo, aparece la incapacidad para hacerle frente, en la medida en que lo sucedido sobrepasa en algún momento o dimensión nuestra capacidad.
La
COVID-19 es un suceso “cisne negro” (según la teoría de Nassim Taleb) en un entorno VUCAI de gran incerteza que hemos necesitado disipar, desde el primer momento, por la alta ansiedad que genera.
Nos urge dar respuesta a preguntas sin solución conocida: ¿esto cuánto va a durar? ¿Esta situación qué impacto va a tener? Aun siendo conscientes del desconocimiento de la evolución de la pandemia, de su grado de expansión, de su proba...