'Credit manager', ¿quimera o frustración?
FL
Francisco López Berrocal
Business Review (Núm. 223) · Finanzas · Abril 2013
La realidad de la crisis en la que estamos inmersos hace que dentro de las empresas nos esforcemos en encontrar una solución a los males que nos aquejan y, en la medida de lo posible, tratemos de dar con la "inspiración mágica" que resuelva la situación.
En tanto en cuanto una de las principales preocupaciones tiene que ver con las garantías de cobro y el adecuado funcionamiento de las relaciones con los clientes, así como con el mantenimiento y, en la medida de lo posible, el aumento de la actividad comercial, la actividad de credit management, o gestión del riesgo de crédito, toma especial importancia. Quien no tiene definida la función cree que es el momento de hacerlo y, además, que será la solución a todos los problemas existentes. Pero a la hora de poner en marcha el proceso, hay muchos aspectos que deben tenerse en consideración para que las expectativas creadas no den lugar a un rechazo ante sus primeras actuaciones.
La realidad es especialmente dura con la inflación de expectativas, forzando a una corrección a la baja en el mejor de los casos, cuando no a cuestionar la propia existencia del departamento o la función. No nos engañemos, la definición de la figura del credit manager o la puesta en marcha de un Departamento de Credit Management no es un asunto banal en el que todo vale. Hay una serie de aspectos que deben tenerse en cuenta y que, a lo largo de las siguientes líneas, intentaremos abordar.
Si se analiza la situación de la gestión del riesgo de crédito en nuestro país, nos encontramos con conclusiones que deben servirnos para dirigir adecuadamente y definir correctamente las funciones y responsabilidades de un Departamento de Credit Management.
'CREDIT MANAGEMENT ': VISIÓN COMERCIAL FRENTE A VISIÓN FINANCIERA
La problemática surge cuando se produce una venta y no se cobra, dando lugar a posiciones enfrentadas dentro de la organización. El crédito a clientes, aunque se refleje en el activo circulante, está representando una inversión fija (y a largo plazo) en nuestros clientes, si se considera su importe monetario y no las partidas que lo componen. La consideración de inversión a largo plazo y la incorporación del concepto de plazo de cobro, que puede llegar a alcanzar valores elevados (sobre todo, en la actualidad, con la difícil situación financiera general) y la diversidad de situaciones que recoge (casi una distinta para cada cliente), hacen q...