¿De dónde proceden las ideas?: las fuentes de la innovación en la empresa

¿De dónde proceden las ideas?: las fuentes de la innovación en la empresa ¿De dónde proceden las ideas?: las fuentes de la innovación en la empresa

ES

Enric Segarra

Business Review (Núm. 187) · Estrategia

nadie discute ya que la batalla por hacerse un hueco en el mercado se está convirtiendo, cada vez más, en un juego en el que gana aquél que no sólo es capaz de generar el mayor número de ideas, sino que además las convierte exitosamente en algo que aporta valor tanto para los clientes como para los que apostaron por la aventura empresarial (léase inversores, entidades de crédito, etc.). Yo siempre digo que la máxima para gobernar con éxito cualquier tipo de empresa se resume en "clientes contentos, accionistas encantados", que poco más o menos viene a decir que, si somos capaces de elaborar propuestas de valor lo suficientemente atractivas como para que los clientes se fijen en nosotros y además velamos por que al final del día se genere un surplus, las cosas siempre nos irán bien. Y ahí radica, precisamente, el quid de la cuestión: ¿de dónde sacamos esas ideas que nos permitan seguir haciendo buena esta máxima, hoy, mañana y el día que viene?

Para encontrar respuesta a esta pregunta, llevé a cabo un gran periplo desde Japón hasta Estados Unidos, visitando empresas como Toyota, Google o YouTube. Pasé un tiempo como alumno en escuelas de arte (como el Art Center College of Design o el California College of the Arts) y escuché lo que dicen y hacen sobre creatividad e innovación en las escuelas de negocios de primer orden mundial (Washington University, Duke, Columbia o Stanford).

Así llegué a la conclusión de que "las ideas surgen de conversaciones (lo que prueba el poder enorme de las redes que uno sepa crear, tanto dentro como fuera de la empresa) y de seguir un método o protocolo para su generación y captura que únicamente tiene posibilidades de éxito si se producen en un contexto (ecosistema) que no sólo las facilita, sino que además las incentiva". Tan simple, pero tan difícil de conseguir, a tenor de lo poco satisfechas que dicen estar la mayoría de las empresas con respecto a su capacidad innovadora.

Después de hacer inventario, uno concluye que existen seis posibles fuentes de ideas, ninguna de ellas excluyente, y eso... ¡son buenas noticias! Esas fuentes son las siguientes:

• Innovación surgida en el laboratorio.

• Innovación a partir de las ideas que tienen los empleados.

• Innovación a partir de la observación del usuario.

• Innovación ...


Enric Segarra

Profesor de Innovación en Deusto Business School ·