El impacto social positivo debe estar presente en cada movimiento de la empresa

Ser sostenible y responsable ya no es solo una prioridad estratégica para la empresa. Ahora es un compromiso social que debe estar presente en todo lo que hace. En definitiva, derivar su misión hacia el ambicioso fin de hacer del mundo un mejor lugar.

Hemos pasado de tener departamentos de RSC, para cumplimentar formularios ante concursos o normalizaciones de compras, a equipos muy profesionales que forman parte integral en las direcciones estratégicas.

Pero no debemos comenzar realizando la ardua tarea de analizar los 17 ODS y sus 169 metas de la Agenda 2030 buscando la manera de llegar a ser una empresa sostenible. Poner en marcha esta nueva deriva social es tan sencillo como responder a una reflexión: ¿cómo puedo generar un impacto positivo sin renunciar a mi esencia y valor empresarial?

Porque, sin importar el tamaño, el bien o servicio, o la industria donde operamos, todos tenemos el poder de generar este impacto social. Ya sea reduciendo las consecuencias negativas sociales, éticas y ambientales asociadas a nuestro negocio, o maximizando nuestras contribuciones positivas a la sociedad.

Este impacto lo encontramos en cualquier movimiento que hagamos: apoyando el crecimiento y desarrollo de mis personas, asegurando una cadena de suministros socialmente responsable, promoviendo la transparencia y ética en mi negocio, reduciendo mi huella ambiental o contribuyendo a solucionar problemas sociales actuales y cercanos.

Movimientos que debemos apoyar con lo que mejor tenemos y mejor sabemos hacer. Como ejemplo, en nuestra industria publicitaria, las agencias tenemos, además, el poder y la responsabilidad de crear y difundir acciones y comunicaciones de impacto social en colaboración con anunciantes y partners.

En el momento actual que vivimos, tan complejo y desconcertante, la clave es aplicar esfuerzo, constancia y dedicación para obtener este impacto positivo.