El “aprender haciendo”, el probar, el experimentar... tienen una presencia cada vez mayor en la realidad empresarial. El ser y el transcurrir del tiempo han cambiado de forma abrupta, y, en un contexto de transformación continua, las empresas no disponen de los períodos dilatados y seguros para pensar, debatir, testar y asegurar todos sus pasos. Los nuevos tiempos ponen el acento en la experimentación como una herramienta clave de la gestión organizacional
El poder de desaprender a través de la práctica
SG
Sondos G. Abdelgawad
Management & Innovation (Núm. 52) · Estrategia · Febrero 2023
A medida que la crisis de la COVID-19 empieza a retroceder y las economías recuperan gradualmente un estado de normalidad, las organizaciones, independientemente de su tamaño, deben aprovechar estos importantes cambios para innovar en un mundo pospandémico. Millones de organizaciones se vieron obligadas a renunciar a su manera habitual de operar y a experimentar en tiempo real con medios virtuales. Por ejemplo, las instituciones de estudios universitarios optaron por un modelo de aprendizaje que permite a los estudiantes escoger la modalidad deseada (por ejemplo, presencial, virtual o híbrida). Los proveedores de atención sanitaria potenciaron la telemedicina para atender a los pacientes de manera segura, y dejar así los consultorios de los hospitales libres para atender los casos más críticos.
Estas adaptaciones introdujeron nuevas maneras de hacer negocios a una velocidad que nadie hubiera imaginado. Por lo tanto, es crucial preguntarse qué cambios de mentalidad fueron posibles gracias a estas adaptaciones. Más importante aún, ¿cómo podrían las organizaciones aprovecharlos de cara a la innovación continua? Un cambio de mentalidad importante que ocurrió durante la pandemia es que las organizaciones se vieron obligadas a liberarse de la dependencia de la predecibilidad. Y romper con la predecibilidad podría facilitar la innovación, aceptando la incertidumbre y desaprendiendo a través de la práctica.
1. Acepte la incertidumbre
Una de las barreras clave para la innovación en las organizaciones es vincular las acciones con un resultado predecible. Centrarse en la predecibilidad limita la capacidad de los miembros de la organización para pensar de manera innovadora. Eso puede explicar por qué la gran mayoría de los MBA en mi taller de introducción a la mentalidad emprendedora, “¿Quién se ha llevado mi idea?”, encuentran muy difícil un ejercicio que yo llamo la “caja misteriosa”. Es un ejercicio diseñado para que utilicen una caja con una abertura lateral que tiene dentro un juguete con cuentas para diseñar un objeto que aporte valor. La idea es activar su imaginación pidiéndoles que inserten sus manos en la caja y sigan el movimiento de las cuentas para adquirir información sensorial sin depender de la información visual. ...
Sondos G. Abdelgawad
Profesora adjunta de Emprendimiento en IE Business School ·