El reto de gestionar el ahorro con inteligencia y eficacia

E

l concepto de riesgo sistémico
es bastante conocido
en el entorno de
las finanzas privadas.
Pero no así en el de las finanzas
públicas, y ello a pesar de que
las mismas, aunque dispongan
de un aval implícito en las economías
sobre las que actúan,
no están exentas de ello.
El gran riesgo sistémico de las
finanzas públicas lo consituyen,
al menos en mi opinión, el
gasto en pensiones, en particular,
y el gasto en bienestar social,
en general. Si hay, en efecto,
un elemento en el gasto
público de todas las economías
desarrolladas con tamaño y
por capacidad teórica de crecimiento
insostenible suficientes,
ése es el gasto en pensiones.
El futuro de las finanzas privadas,
vistas a través del prisma
del seguro, tiene mucho
que ver con este reto. O, si se
prefiere, con el grado de inteligencia
que tengan nuestras
sociedades y sus representantes
a la hora de entender que
la única forma eficiente de
evitar este riesgo sistémico es
desplazar una parte de los
riesgos que actualmente soportan
o absorben, en la mayoría
de los países, los sistemas
púbicos de pensiones
hacia la gestión financiera
privada. Esto no significa
exactamente privatizar nada,
porque lo que hoy es público
debe seguir siéndolo; significa
asumir el reto de que donde
hoy hay una masa de rentas
diferidas en el tiempo, mañana
debe existir mucha más.
Hay que crear ahorro, mucho
ahorro. Y los sistemas públicos
de reparto difícilmente lo
harán sin penalizar el empleo
vía cotizaciones, o la economía
vía impuestos.
Lo que es un reto para los gobernantes
lo es también para
los gestores. Los gestores de
ahorro tenemos por delante el
reto de diseñar productos tan
técnicamente complejos como
intuitivamente fáciles de
asimilar por un público con
bajos niveles de cultura financiera,
pero con una necesidad
real de implicarse en ese mundo.
Encontrar la correcta
combinación entre profesionalidad
y facilidad es la tarea
q...