Empresas proactivas en su transformación estratégica
Business Review (Núm. 215) · Estrategia · Agosto 2012
Las empresas que son capaces de cambiar radicalmente sus arraigadas formas de hacer las cosas y, a continuación, recuperar posiciones de liderazgo en su sector son la excepción en lugar de la regla. Aún menos habituales son las organizaciones capaces de anticipar un nuevo conjunto de requisitos y movilizar los recursos internos y externos necesarios para cumplirlos. En cambio, el impulso y el compromiso con la estrategia imperante impiden, por lo general, que las empresas detecten cambios, tales como un giro en el mercado o en la tecnología, lo que lleva a una situación económica desfavorable, por lo general una crisis, que, a su vez, revela la necesidad de un cambio. Son pocas las empresas que realizan la transformación de su modelo antiguo a uno nuevo de forma intencionada. Por lo general, empiezan a buscar una nueva forma para avanzar solo cuando se ven obligadas a ello.
Esto plantea dos preguntas importantes para los directivos corporativos. En primer lugar, ¿es inevitable la caída? Y, en segundo lugar, ¿realmente las empresas necesitan una recesión económica para impulsar el cambio o pueden adoptar nuevas formas de hacer las cosas cuando no están bajo presión? Los teóricos de la gestión empresarial han observado que la caída, aunque quizá no inevitable, es cuanto menos muy probable tras un período de tiempo. Por esta razón, algunos afirman que es vital para las organizaciones desarrollar capacidades nuevas y dinámicas de forma deliberada en lugar de depender totalmente de sus capacidades históricas.
Con el fin de comprender cómo algunas empresas siguen obteniendo un excelente desempeño incluso cuando modifican sus estrategias con el tiempo, se ha procedido a un estudio de las 215 empresas más importantes que cotizan en la bolsa del Reino Unido. Se midió el rendimiento teniendo en cuenta, entre otras cosas, los beneficios y la rentabilidad del capital accionario y de los activos totales a lo largo de un período de 20 años, desde 1984 hasta 2003. Algunas de las empresas con un rendimiento sistemáticamente elevado operaban en mercados relativamente seguros y estables. Esas empresas eran, por consiguiente, capaces en su mayoría de mantener unos niveles altos de rendimiento sin realizar cambios estratégicos importantes. Sin embargo, el objetivo era extraer información del reducido subconjunto de excelentes empresas que lograron transformarse con éxito. Entre otras cosas, se trataba de comprender el papel de la historia, por ejempl...