Entrevista a Dídac Lee. Emprendedores: cuando las ideas se convierten en una realidad

Usted se define como emprendedor por vocación y profesión. ¿Podría explicarnos en qué consiste ser un profesional del emprendimiento?

Un emprendedor es el que convierte una idea en una realidad asumiendo algún tipo de riesgo (económico, reputacional, social ...). A veces, esta realidad es su empresa; otras veces es un proyecto dentro de una corporación (intraemprendedores). El emprendedor se inicia como una especie de hombre orquesta que tiene que tocar todos los instrumentos, pero, a medida que el proyecto se consolida, debería pasar a ser un director de orquesta.

Destaca como puntos clave de su trabajo el superar adversidades y riesgos y gestionar problemas. Son tres ámbitos que apuntan más a resolver de forma reactiva que a impulsar desde la iniciativa. ¿Qué rol juegan ambos aspectos en su éxito empresarial?

Emprender es como hacer una yincana maratoniana mientras corres por una montaña rusa emocional y de situaciones. En cada etapa hay adversidades, riesgos y problemas. En el caso de las startups encontramos dos fases bien diferenciadas. Una primera en la que se busca validar una solución con un mercado; cuanto más innovadora sea la solución, más complejo será el proceso. Y una segunda fase en la que ya se ha validado una solución con su mercado; los riesgos, adversidades y problemas están relacionados con la gestión del día a día de una empresa.

Creó su primera empresa con 21 años. ¿Con qué recursos contaba?, ¿cómo consiguió la financiación inicial?

Pedí un préstamo bancario de 18.000 euros y contaba con la educación que me habían dado mis padres, fundamentalmente, así como con lo que aprendí de la práctica del deporte. Y también creo que fueron fundamentales los valores que aprendí en el instituto. Tuve mucha suerte de estar en un colegio extraordinario como es el Bell-lloc, de Girona.

¿Considera que existen competencias personales que configuran el perfil de un emprendedor?

Parece que un emprendedor tiene que ser una especie de "supermán", y en parte ¡es cierto! Dicho esto, pese a la gran cantidad de competencias que debería tener, los mejores emprendedores tienen claro que sus prioridades están en ser garantes de la visión de la empresa, conseguir los recursos necesarios para poderlo implementar y formar un equipo excelente que convertirá su visión en una realidad.