¿Está su empresa preparada para la innovación abierta?
Business Review (Núm. 210) · Estrategia · Febrero 2012
Ante la complicada situación económica y el crecimiento de la competencia internacional, muchas empresas industriales intentan obtener un valor adicional de sus tecnologías. En concreto, un buen número de ellas trata de beneficiarse de la innovación abierta, lo que supone una colaboración activa con socios externos a lo largo del proceso innovador. Hoy día, muchas empresas industriales adquieren tecnología proveniente de fuentes externas para fortalecer y acelerar sus procesos innovadores internos; nos referimos a esta corriente como "innovación abierta entrante". Además, también trasfieren con mayor frecuencia parte de su tecnología patentada a otras empresas mediante la concesión de licencias con el fin, por ejemplo, de conseguir beneficios tanto monetarios como no monetarios. A esta corriente la llamamos "innovación abierta saliente".
Varias empresas pioneras, entre las que se encuentran Procter & Gamble, Dow Chemical, IBM y Hewlett-Packard, se han beneficiado considerablemente de la aplicación de estrategias de innovación abierta. A raíz de estos ejemplos de éxito, los directivos se han centrado en la necesidad de establecer estrategias de innovación abierta basadas en la colaboración activa con socios externos.
Sin embargo, muchos directivos no han calibrado suficientemente los retos que supone la puesta en marcha de estas estrategias. Sin un proceso de implementación exitoso, los posibles beneficios de las estrategias de innovación abierta no se materializarán y una empresa puede perder parte de la ventaja competitiva tecnológica que haya desarrollado.
A menudo, la puesta en marcha de estrategias de innovación abierta se ve obstaculizada por una mentalidad de los empleados que favorece la innovación interna. Esta mentalidad se puede incrustar en la cultura corporativa que se ha desarrollado con el tiempo en una empresa y puede afectar en gran manera al comportamiento de los profesioanles. En concreto, las culturas corporativas de muchas empresas se caracterizan por el síndrome NIH ("no inventado aquí", del inglés not-invented-here), es decir, por una actitud negativa hacia la innovación abierta entrante. Los empleados con síndrome NIH no quieren adquirir tecnología proveniente de fuentes externas y en su lugar prefieren centrarse en el desarrollo de nuevos conocimientos tecnológicos de forma interna. El síndrome NIH puede derivarse de experiencias limitadas o negativas con la transferencia de tecnología haci...