La esperanza de vida de las empresas se ha reducido hasta los diecisiete años, y hasta las empresas con más éxito pueden sucumbir.
Hacia la extinción: Por qué los gigantes empresariales mueren
Business Review (Núm. 287) · Estrategia · Marzo 2019
¿Quién quiere vivir eternamente? Para quienes no deseamos la inmortalidad, una vida larga y sana –de unos noventa años, por ejemplo– es más que suficiente. A mediados de la década de 1920, noventa años era, precisamente, la vida media de una empresa de éxito. Noventa años de vida humana, noventa de vida empresarial: nuestras creaciones reflejaban nuestra propia existencia.
Al llegar la década de 1950, la esperanza de vida media de una empresa se había reducido hasta los sesenta años. Y actualmente es solo de diecisiete años. ¿Por qué nuestras empresas mueren tan jóvenes actualmente?
Tomemos como ejemplo Kodak. Fundada en 1888, tuvo una enorme presencia global en las décadas de 1970 y 1980, pero el antiguo gigante de la fotografía fue declarado en bancarrota en 2012. Kodak había intentado aferrarse al modelo de negocio centrado en los procesos fotográficos químicos cuando su sector se vio alcanzado por la mayor revolución que jamás había visto la fotografía: la tecnología digital. Lo increíble es que Kodak fue quien inventó la fotografía digital. Incluso creó una división nueva para impulsarla. Pero aseguró que no era posible convertir aquello en fuente de ingresos y deseó que desapareciera. Kodak es uno de los mejores ejemplos de lo que sucede cuando una empresa se niega a adaptarse a los cambios que suceden en el mundo.
Hemos detectado un patrón de cuatro etapas que se repite en las vidas de las empresas de todos los sectores e industrias. Y ni siquiera los grandes monumentos del éxito empresarial son inmunes a ello. En realidad, muchos constituyen los mejores ejemplos de este proceso.
ETAPA 1: EL FUNDADOR INCONFORMISTA
Todas las empresas famosas tienen un fundador legendario. Un inconformista que sabía lo que necesitaba la gente en ese momento y cómo ofrecerlo de una manera que revolucionaría completamente el sector. Por ejemplo, Ray Kroc, que fundó no solo MacDonald’s, sino que creó el concepto mismo de la comida rápida. O Anita Roddick, que fundó la primera megamarca de cosméticos éticos, The Body Shop. La gente así deja una huella histórica. Pero ¿quién está haciendo historia hoy en día?
El bienestar es uno de los sectores globales con mayor crecimiento, como ha detectado Gallup. Pero la era dorada de las megamarcas está en decadencia. Las empresas que más crecen en el sector del bienestar no son megamarcas. Se trata, por el contrario, de empresas de nueva c...
Nandu Nandkishore
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Executive Fellow de Estrategia y Emprendimiento en LBS.
James Michael Lafferty
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Miembro del Consejo Asesor de la Curtin University Dubai.