Para lograr los objetivos marcados y conseguir una mayor competitividad, resulta fundamental minimizar –o, mejor aún, eliminar– todo aquello que pueda causar variabilidad en los procesos; pero jamás a costa de renunciar a ajustar la solución de producto o servicio a lo que pide el cliente. ¿Cómo han logrado empresas disruptivas como IKEA, Netflix, Uber o Airbnb la cuadratura del círculo (casi cero variabilidad y máxima personalización percibida)?