La cadena de suministro: primer escalón hacia el éxito de la empresa
Business Review (Núm. 172) · Márketing · Octubre 2008
Hasta fechas relativamente recientes, se entendía que el éxito de una empresa residía en la capacidad para gestionar adecuadamente su cartera de clientes, apostando por ofrecer productos que se adaptaran a sus necesidades, deseos y expectativas. Sin embargo, las condiciones actuales del mercado, es decir, el incesante desarrollo tecnológico, la globalización o el dinamismo del entorno, suponen un cambio en la concepción tradicional. Ahora el éxito de cualquier empresa no puede entenderse ya sólo a partir de la relación que se establezca con el mercado, sino que resulta necesario considerar un conjunto de referencia mayor. En éste, resulta fundamental comprender la importancia de establecer, desarrollar y mantener relaciones estables con clientes, proveedores, distribuidores, instituciones y otros grupos de interés.
Para incrementar el grado de eficiencia global y aumentar el valor entregado a sus clientes, las empresas deben identificar todas y cada una de las actividades que conforman su ciclo de negocio y que son susceptibles de generar valor, independientemente de que exista o no contacto directo con el cliente. El sistema de distribución y entrega del producto resulta fundamental como imagen que proyecta la empresa al mercado. No obstante, también son cada vez más los autores que defienden la idea de que el concepto de calidad y valor comienza mucho antes del propio proceso productivo: en la planificación de la producción y en el suministro adecuado de materias primas, tanto en cantidad como en características, tiempo y precio.
Quizá por ese motivo, hasta fechas muy recientes los esfuerzos de márketing han estado más enfocados hacia el mercado, y su actividad se ha considerado como una realidad relativamente independiente del suministro y la producción. Sin embargo, dado el contexto actual parece adecuado considerar dichos campos de un modo conjunto, de forma que puedan (y deban) combinarse conceptos propios de ambas disciplinas. Este nexo se aprecia en la línea conceptual denominada gestión de la cadena de suministro, que toma como referencia el punto de vista de compradores y clientes industriales, así como las relaciones en el último eslabón de la cadena comercial, y el modo en el que estos agentes identifican y seleccionan a sus proveedores y distribuidores, cómo gestionan sus relaciones y cómo, en ocasiones, las finalizan y deciden modificar su elección. A pesar de que la literatura lo utiliza como concepto de referencia,...