La importancia de las empresas en la transición energética
El sector opina
NR
Nuria Rodríguez
Management & Innovation (Núm. 45) · Estrategia · Mayo 2022
Los objetivos en materia de sostenibilidad que durante los últimos años se han venido impulsando a nivel mundial, ya sean los objetivos climáticos del Acuerdo de París o las medidas de la Agenda 2030, no han avanzado a la velocidad esperada. Quedan menos de diez años para lograr la tan ansiada aspiración mundial de poner fin a las desigualdades o la pobreza, proteger el planeta y, en definitiva, mejorar la vida de las personas, materializada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por Naciones Unidas.
Son objetivos muy ambiciosos, pero factibles, si se logra la implicación de todos, y está claro que las empresas tienen un papel protagonista. Se ha visto claramente en la pandemia y en la crisis económica actual, donde las empresas han contribuido claramente a paliar los impactos en la medida de sus capacidades y posibilidades.
Somos conscientes de los impactos ambientales de las actividades del sector energético en el entorno y de los retos climáticos a los que nos enfrentamos, por lo que es necesario prestar una especial atención a la protección del medio ambiente y al uso eficiente de los recursos naturales para satisfacer la demanda energética. La gestión empresarial debe estar comprometida con la sostenibilidad, materializando las acciones estratégicas en objetivos concretos, ambiciosos y medibles.
El cambio climático es el gran reto global del siglo XXI, y, para afrontarlo, la transformación del sector energético es esencial. La transición energética debe asumirse como una oportunidad, con compromisos como alcanzar la neutralidad en carbono reduciendo el total de las emisiones de GEI, bajo los principios de una transición justa y tomando como marco la taxonomía de la UE.
De igual forma, la protección de la biodiversidad, como parte del problema del cambio climático, es otra de las prioridades que debemos tener en cuenta, con el objetivo de minimizar el impacto sobre la biodiversidad y alcanzar la no pérdida neta de biodiversidad, promoviendo la creación neta de capital natural.
Esta transformación profunda debe realizarse bajo principios que contribuyan a construir una sociedad más justa, con las personas en el centro y respetuosa con el planeta. Como no puede ser de otra forma.
Nuria Rodríguez
Directora de Medioambiente y Responsabilidad Social de Naturgy ·