La necesidad de una gestión coordinada de la cadena de suministro
Business Review (Núm. 160) · Márketing · Agosto 2007
Las últimas décadas han traído cambios radicales en el modo en el que se hacen negocios en todo el mundo. Las empresas han abandonado las cadenas de suministro jerárquicas e integradas a favor de redes fragmentadas de asociaciones estratégicas con entidades externas (véase el cuadro 2). Esta transformación ha repercutido en la totalidad de la antigua red de suministro. Muchas empresas tienen serias dificultades para competir en este nuevo paisaje. Sin embargo, no está claro hasta qué punto será sostenible la cadena de suministro fragmentada, en particular para las pequeñas y medianas empresas. Tras el período de desintegración, será sólo cuestión de tiempo que haya una apremiante necesidad de reintegración, la cual para muchas empresas tendrá que ser coordinada y facilitada por terceros independientes.
A medida que las economías de todo el mundo se vuelven más integradas y desaparecen los límites geográficos, no resulta sorprendente que estemos presenciando cambios radicales en el modo en el que se hacen los negocios. Muchos de los cambios más profundos son visibles en la fragmentación de las cadenas de suministro. En el sector de la automoción, por ejemplo, tanto Ford como General Motors han vendido algunas de las partes con costes más elevados y que requieren una gran cantidad de mano de obra de sus procesos de fabricación, como unidades semiindependientes o totalmente independientes. Está teniendo lugar una reorganización fundamental en la cadena de suministro del sector del automóvil, a medida que las empresas de todo el mundo modernizan sus enfoques con respecto a la gestión de sistemas con la producción ajustada y el inventario just-in-time.
Se puede observar el mismo patrón en otros sectores y es especialmente dramático en el sector de la fabricación y mantenimiento de productos electrónicos, así como en el sector de la confección y textil. En los últimos años, la competencia global ha desplazado la mayor parte de la producción textil de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo. En las últimas dos décadas, Asia ha llegado a dominar las exportaciones textiles y de confección, a expensas de los productores de Europa. Estados Unidos, mientras tanto, se ha convertido en un consumidor cada vez mayor de textiles y ropa importados; su papel en este sector ha evolucionado en gran medida hasta convertirse en el de diseñador, desarrollador y comercializador. En el sector de los productos electrónicos, el corto cicl...