Las ‘cuatro D’ para crear un equipo de alto impacto: descubre, diseña, disrumpe y despliega

Las ‘cuatro D’ para crear un equipo de alto impacto: descubre, diseña, disrumpe y despliega Las ‘cuatro D’ para crear un equipo de alto impacto: descubre, diseña, disrumpe y despliega

En el entorno actual, las organizaciones se ven sometidas a una gran presión competitiva y a una rápida evolución de los mercados que las obliga a estar en constante alerta y adaptación. Para hacer frente a estos desafíos, necesitan contar con equipos de profesionales que trabajen de forma cohesionada, transparente, constructiva y eficaz y que sean capaces de alcanzar resultados sostenibles en el corto y largo plazo.

Las organizaciones que quieren sobrevivir y prosperar tienen que adaptarse rápidamente a los cambios y a las demandas de sus clientes, proveedores, socios y otros grupos de interés. La velocidad se ha convertido en el nuevo tamaño y en el factor determinante del éxito o del fracaso.

Nadya Zhexembayeva1, profesora de Harvard y experta en innovación, ha realizado varios estudios sobre la longevidad de las empresas y ha descubierto que la esperanza de vida media de las organizaciones ha pasado de 75 años en 1950 a 15 años en 2000, 5-7 años en 2020 e incluso a menos de un año en algunos sectores e industrias. Esto significa que las empresas tienen que reinventarse constantemente o, de lo contrario, desaparecerán.

En este escenario, dado que la velocidad de cambio externo (mercado, competidores, contexto económico y social) es exponencial y no podemos hacer nada para frenarla, es inteligente que, como líderes de nuestras organizaciones, impulsemos la velocidad del cambio interno (personas, talento, capacidades, valores). Es decir, salir de la queja, la culpa y la justificación de lo externo para crear palancas y herramientas de crecimiento y velocidad de gestión interna.

Peter Drucker2 afirmaba en su conocida frase “La cultura se desayuna a la estrategia” la importancia que tenían la cultura y el talento (corazón y manos) frente a la estrategia (cabeza). Sin embargo, en la actualidad, se podría reformular esta frase así: “La velocidad se desayuna a la cultura y a la estrategia”. ¿Por qué? Porque la cultura y la estrategia, por muy buenas que sean, sirven de poco si no se ejecutan con rapidez y eficacia. Por lo tanto, se necesita la cultura y la estrategia, simultáneamente con velocidad de cambio interno en nuestros equipos. 

En palabras de Carlos Escario3, profesor de IESE y consultor de liderazgo, las batallas de los mercados se libran fuera, pero se ganan dentro de las organizaciones. Se ganan dando velocidad y otorgando un proceso estructurado a los equipos. Se conquistan generando proyectos de transformación interna que nos hagan ir más rápido que nuestros competidores y que el mercado.

 

Ser equipo es una elección consciente Cuando se habla de equipos, se suele pensar que se trata de un conjunto de personas que trabajan juntas en un mismo proyecto o en una misma organización y que comparten un objetivo común. Sin embargo, esta es una visión limitada y superficial d...


Álvaro Marín Malumbres

Formador en Forbes y Sagardoy Business & Law School y thePower Business School ·