Las empresas familiares, en el diván

Cuando Clarence W. Barron adquirió Dow Jones & Company en 1903, no tenía ni idea de que, sólo un siglo después, sus descendientes iban a entablar una de las luchas intergeneracionales e intersocietarias más fascinantes que jamás se han presenciado en el sector de los medios de comunicación.

Por una parte estaban varias generaciones de la familia Bancroft, descendientes de Barron, que eran propietarias del 64,2% de las acciones con derecho a voto Clase B de Dow Jones y defensoras de la orgullosa tradición del Wall Street Journal: "La verdad bien empleada". Por otra parte, otra empresa familiar, News Corporation, un grupo global de medios de comunicación que todavía se encuentra bajo el control de la primera generación en la persona del fundador, Rupert Murdoch. Ahora que Murdoch tiene 77 años, no puede estar muy lejano el momento en el que traspase el control.

Los Bancroft y los Murdoch ponen de manifiesto muchos de los dilemas a los que se enfrentan las empresas familiares en diferentes etapas de su ciclo vital y subrayan lo complicado que puede resultar el mantenimiento de la propiedad familiar por parte de varias generaciones. En la familia Bancroft, podemos observar cómo distintas generaciones se plantean la empresa familiar de maneras contradictorias. Los más de cien años de orgullosa tradición probablemente eran más importantes para los Bancroft mayores, mientras que el grupo más joven posiblemente analizaba con detenimiento el clima empresarial vigente para las organizaciones de medios de comunicación y trataba de determinar si Dow Jones era capaz de servir de sustento para una familia en constante crecimiento. Es posible que la publicitada oferta de News Corporation el año pasado por Dow Jones & Co. pareciera una maniobra de crecimiento de un emprendedor de éxito, pero también los problemas de sucesión familiar aunque menos evidentes eran una cuestión igualmente importante. Ahora que Murdoch se ha consolidado firmemente como nuevo propietario de Dow Jones, News Corporation se enfrenta a su primera lucha de sucesión, complicada no sólo por el abandono del heredero natural, Lachlan Murdoch, en 2005, sino también por el hecho de que con su ambiciosa tercera esposa, Wendi Deng, Rupert Murdoch tiene hijos más jóvenes que algunos de sus nietos. Con todas las emociones que generan estas complicadas relaciones familiares, ¿cómo pueden tener éxito las empresas familiares?

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