Las nuevas reglas para llevar innovaciones al mercado

Conseguir que los consumidores acepten las innovaciones cada vez resulta más difícil.  A medida que aumenta el número de mercados que adoptan un carácter reticular, las herramientas que en otro tiempo resultaban fiables para lanzar nuevos productos y servicios van dejando de funcionar tan adecuadamente como antes. La eficacia de la publicidad, las promociones y el equipo de ventas ha disminuido; a los innovadores les resulta más difícil destacar entre la avalancha de información procedente de la competencia; aparentemente, sólo se consigue marcar una diferencia mediante las capacidades de relación, tan difíciles de gestionar.

Los directivos tienen que replantearse la forma de trasladar las innovaciones al mercado. Mediante el uso de la teoría de los juegos se pueden desarrollar nuevas estrategias para jugar en el mundo reticular actual. Además, si proyectan su actividad remontándose desde la etapa final que se desea alcanzar, pueden lograr que los mercados dejen de ser enemigos y se conviertan en aliados.

A la manera de la naturaleza Los mercados, por su propia naturaleza, se resisten a las nuevas ideas y productos. A pesar de los riesgos que entraña el desarrollo y lanzamiento de nuevas innovaciones, a las empresas les encantan, puesto que impulsan los beneficios, el crecimiento y el valor para el accionista. Las innovaciones obtienen estas cuantiosas recompensas porque entrañan riesgo. Los mercados, por su parte, dan la espalda a la mayoría de los nuevos productos y servicios, y aceptan el resto a regañadientes. Por ejemplo, la televisión tardó más de tres décadas en convertirse en un medio de comunicación de masas en Estados Unidos: desde las primeras emisiones experimentales a finales de los años veinte hasta su generalizada aceptación en los años sesenta. De la misma manera, el número de transistores que hay en un chip semiconductor se ha multiplicado por dos cada 18 ó 24 meses, como predijo el Gordon Moore, cofundador de Intel, pero las ventajas de productividad generadas por las mejoras de la tecnología de la información han llegado a la mitad de esa velocidad; una regla que podríamos denominar la “Ley de medio-Moore”.

medio-Moore”. Los mercados son reacios a la innovación porque ansían equilibrio. El equilibrio, tal como lo definió la mente maravillosa de John Nash, ganador del Premio Nobel, es una situación en la cual cada uno de los participantes del mercado cree que está eligiendo las mejores opciones ...