Logrando que las ideas rindan
Business Review (Núm. 220) · Estrategia · Enero 2013
Cada vez que hay una recesión económica, oímos decir que el mundo está perdiendo su capacidad creativa y que tal factor pone en entredicho que se produzca una pronta recuperación. Sin embargo, cuando surge esta pesadumbre por la falta de innovación, inevitablemente aparece una compañía con un nuevo producto o servicio o una renovada tecnología que cuestiona a los agoreros. Con demasiada frecuencia, los observadores obvian el gran número de empresas que han integrado la innovación exitosa en sus prácticas habituales. De hecho, es una idea que ya forma parte de su modelo operativo, así que tal vez se convierta en una realidad que pasa un tanto desapercibida.
Estos negocios son las estrellas de nuestro estudio anual de gasto en I+D, 1.000 Innovadores globales. Tal como ha demostrado este análisis durante los últimos ocho años, no existe ninguna correlación a largo plazo entre el importe que una empresa invierte en sus esfuerzos de innovación y sus rendimientos económicos globales. En cambio, lo que sí cuenta es cómo usan tales compañías ese dinero y otros recursos, así como la calidad de la plantilla, los procesos y la toma de decisiones. Son factores que determinan la capacidad de la firma para llevar a cabo sus programas de innovación.
En 2011, el gasto de los negocios entre los 1.000 innovadores globales aumentó un 9,6% frente al año anterior, un poco más que el incremento del 9,3 % de 2010. Sin embargo, dado que los ingresos de las compañías crecieron un 13% en 2011 (una proporción mayor que en 2010), la intensidad de la I+D (es decir, el porcentaje de ventas que las organizaciones gastan en innovación) disminuyó, de hecho, hasta los niveles tradicionales previos a la crisis.
Por supuesto, la inversión en innovación es mucho más rentable para unos que para otros. En este sentido, durante los últimos años hemos analizado minuciosamente las estrategias de I+D, las capacidades y los determinantes culturales que permiten que algunas empresas obtengan resultados económicos que son muy superiores. En 2012, para arrojar más luz sobre qué factores impulsan los resultados, estudiamos casi 700 empresas y entrevistamos a 12 ejecutivos responsables del área de Innovación de sus respectivas firmas, así como a directores tecnológicos de compañías destacadas. Nuestro objetivo era comprender mejor las fases tempranas de la I+D, que es el período en el que las empresas generan ideas, y también en el que deciden cuáles desarrollar.