Los cuatro modelos de iniciativas emprendedoras en las organizaciones
Business Review (Núm. 166) · Estrategia · Marzo 2008
Los consejeros delegados hablan mucho del crecimiento y los mercados lo exigen. Sin embargo, el crecimiento orgánico y rentable es difícil de conseguir. Las investigaciones indican que, cuando los negocios centrales empiezan a flaquear, menos del 5% de las empresas vuelve a unas tasas de crecimiento de al menos un 1% por encima del producto interior bruto. Una solución cada vez más atractiva está en la creación de nuevos negocios, en fomentar las iniciativas empresariales corporativas. Según un reciente estudio, las empresas que se esfuerzan en crear nuevos modelos de negocio aumentan sus márgenes operativos más rápidamente que las de la competencia.
No obstante, ¿cómo pueden las organizaciones consolidadas crear nuevos negocios de éxito de forma continuada? Lo cierto es que muchos de los que lo han intentado han fracasado en su empeño. El iPod debería haber sido un producto de Sony. La empresa japonesa contaba con el patrimonio, la marca, la tecnología y los canales necesarios, es decir, lo tenía todo. Sin embargo, fue Steve Jobs, de Apple, quien supo darse cuenta de que el potencial de la música digital portátil sólo se podía aprovechar con la creación de nuevos negocios, no sólo con un nuevo modelo de MP3.
Con el fin de analizar cómo las empresas consiguen triunfar con sus iniciativas, hemos llevado a cabo un estudio en casi treinta empresas globales (véase el cuadro 1) que nos ha permitido definir cuatro modelos fundamentales de iniciativas emprendedoras en las organizaciones e identificar los factores que determinan cuándo se debe aplicar cada modelo. Este marco debería ayudar a las empresas a evitar costosos errores de tanteo a la hora de seleccionar y construir los programas más adecuados a sus objetivos.
¿QUÉ SON LAS INICIATIVAS EMPRENDEDORAS EN LAS ORGANIZACIONES?
Para comenzar, hay que explicar qué entendemos por iniciativas emprendedoras dentro de las organizaciones. Las definimos como el proceso por el cual los equipos dentro de una empresa consolidada conciben, fomentan, lanzan y gestionan un nuevo negocio que es distinto del de la empresa madre pero que toma de ella los bienes, la posición del mercado, las capacidades u otros recursos. No es lo mismo que la financiación de una empresa de riesgo, que normalmente se orienta a las inversiones financieras en empresas externas. Aunque a menudo cuenta con socios externos y capacidades (incluidas las adquisiciones), utiliza recursos signifi...