'Mindfulness', liderazgo y empresa. Cómo mejorar el rendimiento, el bienestar y las relaciones
EF
Estrella Fernández
Business Review (Núm. 267) · Habilidades directivas · Mayo 2017
El mindfulness no solo está de moda en la vida cotidiana, sino que también ha dado el salto a las empresas. Permite entrenar la intención, la atención y la actitud, y en el ámbito laboral cobra importancia porque mejora el rendimiento en la ejecución de tareas, aporta motivación y energía, contribuye a fomentar la creatividad y enriquece la toma de decisiones. Además, ayuda a reducir el estrés, potencia la resiliencia, incrementa las emociones positivas y sirve para alimentar el trabajo en equipo y la gestión de conflictos. Todo ello produce beneficios en general, pero ¿cómo incide concretamente el mindfulness en el proceso de liderazgo?
Los programas de entrenamiento en mindfulness cada vez son más populares en el mundo corporativo. El Foro de Davos incluye talleres de meditación, y son de los más concurridos. Las empresas de Silicon Valley organizan conferencias sobre el tema. Google ha creado su propio protocolo de entrenamiento ,"Search inside yourself", y lo ha convertido en una lucrativa línea adicional de negocio. Pero no solo las empresas tecnológicas, sino también un amplio abanico de compañías privadas y estatales, incorporan programas de mindfulness en la formación de sus directivos y empleados. De hecho, ha surgido una floreciente nueva industria en el campo de la formación: la industria de la meditación. Pero ¿es una moda o hay algo más? ¿Cuáles son las razones de este creciente interés por una práctica meditativa milenaria?
Un primer motivo es el reto de las organizaciones de encontrar formas para mantener el equilibrio, enfoque y claridad ante un entorno altamente demandante, incierto y en continuo cambio. El riesgo de no hacerlo no se circunscribe a desaprovechar oportunidades o reducir productividad, sino que puede tener un profundo impacto en la salud de las personas. Se necesitan habilidades que optimicen a la vez los recursos mentales y el bienestar, y los tradicionales programas de formación son insuficientes. Tiene más sentido invertir en el desarrollo de las mentes de las personas, que son las que, en última instancia, rigen su desarrollo profesional.
El avance de la ciencia ha proporcionado una segunda razón para el auge y la creciente popularidad del mindfulness. La investigación en el campo de la psicología, la neurociencia y la medicina ha mostrado sólida evidencia de los efectos positivos de esta práctica en
todos los ámbitos del funcionamiento humano: fisiológico, cogniti...
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TP