La reconocida profesora de Harvard presenta un nuevo marco para un sistema capitalista que cree que ha perdido su base ética
"Ninguna empresa puede funcionar en una sociedad que se está desmoronando"
Entrevistas
KC
Karen Christensen
Business Review (Núm. 309) · Estrategia · Marzo 2021
Management & Innovation (Núm. 41) · Estrategia · Enero 2022
El título de su libro, 'Reimagining Capitalism in a World on Fire', indica que el mundo está en llamas. Explique lo que quería transmitir con ello.
En el nivel más básico, quería decir que el mundo estaba literalmente en llamas. Cuando terminé el manuscrito, a principios de 2020, tanto Australia como California estaban en llamas, y muchas de nuestras sociedades eran pasto de las llamas de la rabia, la ira y la indignación. Meses más tarde, la gente me decía: “¿Cómo lo supiste?”. Hace ya por lo menos diez años que tengo la impresión de que, a menos que empecemos a centrarnos en nuestros problemas ambientales y sociales, la situación se va a volver cada vez más grave.
Lamentablemente, muchos líderes empresariales todavía ven temas como el cambio climático, la desigualdad y el colapso institucional como cosas que no tienen nada que ver con ellos. ¿Cuál es su mensaje para ellos?
Mi esperanza es que todos los líderes van a darse cuenta de que estas son cosas de las que se tienen que ocupar para que su negocio prospere. ¡Y punto! Durante muchos años, la comunidad empresarial ha podido pensar en los grandes problemas sociales y medioambientales de nuestro tiempo como “problemas ajenos”, como externalidades. Pero el hecho es que, mientras nuestros gobiernos y sociedades demostraban ser cada vez más incapaces de hacer frente a estos “problemas malignos”, esos problemas han empezado a poner en entredicho la viabilidad a largo plazo de los sistemas vitales de nuestro planeta, la salud a largo plazo de nuestras sociedades y la viabilidad a largo plazo de las empresas.
Al final, ninguna empresa puede funcionar en una sociedad que se está desmoronando. Alguien me dijo ayer mismo: “Supongamos que el sistema electoral estadounidense se derrumba, y nuestras instituciones quedan esencialmente impotentes. ¿Sería eso bueno para las empresas?”. La respuesta es, claramente, no. ¿Es una buena noticia que las principales ciudades costeras se inunden, y cientos de millones de refugiados climáticos empiecen a desplazarse hacia el norte, buscando los medios básicos de supervivencia? No. Acelerar la desigualdad también es terrible para las empresas. No solo reduce el...
Karen Christensen
Directora de Rotman Management ·