La innovación es esencial para el éxito. Resulta más importante para la competitividad de una empresa que las nuevas tecnologías o las nuevas prácticas de gestión, como la fabricación ajustada, el desarrollo ágil o los equipos autogestionados. Todas las empresas buscan la ventaja que puede comportar ser la primera en aplicar una estrategia, pero ninguna quiere ser la primera en fracasar y nadie quiere ser el último que queda rezagado. ¿En qué momento deben las empresas adoptar las nuevas prácticas de gestión? A continuación, se ofrecen algunas pautas que pueden ayudar a decidir en qué momento adoptar estas nuevas prácticas.
Pautas para saber cuándo adoptar las nuevas prácticas empresariales
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Patrick Reinmoeller
Business Review (Núm. 283) · Estrategia · Noviembre 2018
La innovación es esencial para el éxito. No cabe la menor duda de que la innovación tecnológica es el principal motor del cambio en muchas empresas. Piense cómo han cambiado el mundo del trabajo la máquina de vapor, la electricidad o la tecnología digital y qué influencia han tenido en la actividad empresarial. Sin embargo, la investigación ha revelado que las nuevas prácticas empresariales, como el análisis avanzado de datos, los equipos ágiles o la autoorganización, resultan aún más vitales a la hora de aprovechar el potencial y las oportunidades y para afrontar las limitaciones de las nuevas tecnologías. La pregunta que nos debemos plantear es en qué momento debemos adoptar una nueva práctica empresarial. Las empresas se ven atrapadas entre la espada y la pared. Necesitan elegir entre dos riesgos contrapuestos –entre ser pioneros o rezagados–. ¿En qué momento debe una empresa adoptar una nueva práctica? ¿Qué normas o herramientas permiten determinar cuándo es el momento óptimo? Las nuevas prácticas empresariales han sido analizadas bajo distintos prismas, desde la perspectiva administrativa, de gestión o de innovaciones en las prácticas empresariales. La adopción de nuevas prácticas empresariales implica dedicar importantes recursos a proyectos de cambio de gran alcance. Esto es importante, porque dirigir recursos, una y otra vez, a la introducción de nuevas prácticas puede convertirse en una costumbre ineficiente que solo logra poner de manifiesto carencias en la capacidad de cambio y aprendizaje. Partiendo de lo que sabemos acerca de la difusión y adopción de estas prácticas empresariales, tenemos la intención de elaborar unas pautas que nos guíen a la hora de decidir cuándo es el momento correcto.
NUEVAS PRÁCTICAS EMPRESARIALES
Hay muchas prácticas que permiten hacer las cosas mejor o de una manera nueva. Las nuevas ideas para la gestión empresarial pueden estar centradas en distintos aspectos, como pueden ser la organización, la gestión, la innovación o las estructuras y los procesos de la empresa. Las ideas centradas en la mejora del rendimiento, como la gestión de la calidad total, la gestión eficiente, la externalización, la transformación digital, el análisis avanzado de datos, la impresión 3D y la holocracia, han generado mucho interés entre los directivos y los investigadores porque pueden tener un efecto disruptivo radical sobre sectores enteros. Piensen cómo la digitalización acabó con Kodak, cómo el comerc...
Patrick Reinmoeller
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Profesor de Dirección Estratégica en la Cranfield School of Management.
Profesor Visitante en Erasmus University.