Poner en práctica el marketing experiencial

Poner en práctica el marketing experiencial Poner en práctica el marketing experiencial

Una creciente atención al cuidado de las relaciones a largo plazo con los clientes implica que las organizaciones deben examinar de nuevo sus lógicas de márketing para que aumente la importancia que dan al márketing experiencial.

La implantación de un enfoque de márketing experiencial implica una verdadera revolución interna, ya que todas las funciones deben ser definidas de nuevo a la luz de una nueva óptica: “emocionar al cliente”.
Luces, materiales, sonidos...  Todo debe proyectar los valores de la marca en un círculo autorreferencial que implique e involucre  al cliente a partir de su simple presencia física en la empresa o a través 
 de cualquiera de las vías de contacto que decida utilizar.

El objetivo primario de la estrategia de márketing será, en consecuencia, identificar qué tipos de experiencias incrementarán, de la forma más eficaz, el valor del servicio o el valor del encuentro del servicio.

Márketing experiencial en la práctica En el plano estratégico, implantar las técnicas del márketing experiencial quiere decir diferenciar la propia oferta vinculando la empresa, sus productos y servicios y los encuentros del servicio a experiencias altamente positivas, que conviertan cada contacto en una experiencia enriquecedora y memorable, digna de ser contada, con lo que se creará un rumor positivo:

  • Potenciar, como Mercadona, por ejemplo, la interacción entre el personal (el activo de márketing más valioso para esta empresa, que presume de no hacer publicidad) y los clientes.

  • V  alorizar la ambientación, en la que los clientes interactúan con la empresa no solo a través de la creación de una atmósfera física positiva (instalaciones, equipos, luces, etc.), sino también mediante la interacción con el personal de la organización.

  • Intensificar y multiplicar las sensaciones más sugerentes probadas en el ambiente controlado por la organización (sonidos, colores, olores, imágenes, decoración, etc.).

  • Comprender, por experiencia directa, cuál es el mejor modo para implicar a los clientes y transformar el servicio en un acontecimiento memorable.

  • Envolver el servicio en una marca experiencial: crear una imagen de la propia marca que evoque sentimientos positivos, que transmita emociones a las que el público objetivo asigne valor.

  • Sensorializar los servicios: cuando entramos en una librería moderna, la música, las luces, los sillones, los expositores, las sensaciones que suscitan y los sentidos implicados están pensados como punto de referencia ...


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