¿Qué hacer para diseñar organizaciones innovadoras?
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Antonio Dávila
Business Review (Núm. 172) · Habilidades directivas · Octubre 2008
La innovación se ha convertido en una cuestión central en las empresas. Algunas necesitan grandes dosis de innovación mientras que otras necesitan menos; pero es raro encontrar una que tenga esperanza de sobrevivir en un futuro no muy lejano sin innovar, ya que las preferencias de los clientes cambian, las tecnologías y el conocimiento avanzan y las regulaciones del mercado evolucionan. Sin embargo, cuando asistimos a conferencias y cursos o leemos artículos y libros sobre el tema, la innovación aparece como compleja, difícil de implantar y reservada a empresas con un don "mágico" no transferible. ¿Se puede transformar una empresa absorbida en el día a día, en un mercado maduro y que ha fracasado cada vez que ha intentado salirse de su negocio habitual en una empresa innovadora? Sí. ¿Cómo? La respuesta es el objetivo de este artículo: ofrecer un plan para empezar a andar el camino de la innovación.
Para ilustrar el plan vamos a apoyarnos en el ejemplo de una empresa que ha realizado esta transformación. La empresa es Logitech: líder mundial en periféricos para ordenadores, donde compite contra empresas como Microsoft o Intel (aunque esta última se salió del mercado hace pocos años). Para aquéllos que no la conozcan, la probabilidad de que el ratón de su ordenador sea Logitech es muy alta, ya que fabrica más del 60% de los que hay en el mercado.
Hace diez años esta empresa fabricaba un único producto ratones para el ordenador y para un segmento muy particular: los fabricantes de ordenadores. En un mercado donde Microsoft e Intel se llevan la mayor parte del valor, vender a estos fabricantes no es tarea fácil. Los márgenes son muy estrechos tanto que la empresa, fundada por un suizo y un italiano, trasladó su fábrica a China en el año 1992 y el mercado es maduro (el número de ordenadores que se venden en todo el mundo está estancado en un crecimiento de alrededor del 4% anual). La empresa lideraba (y todavía lidera) este mercado gracias a sus capacidades de ingeniería tanto de producto para diseñar ratones cada vez más baratos y de alta calidad como de proceso. Sin embargo, cada ocasión en la que había intentado aplicar estas capacidades fuera del ratón se había saldado con una derrota.
En 1998 entró un nuevo director general Guerrino de Luca en sustitución de los dos fundadores, que eran conscientes de que necesitaban pasar el testigo e incorporar savia nueva. ¿Qué cambió en Logitech durante estos años para pasar de fa...
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TP