Redes comerciales externas o compartidas , una solución rentable para la distribución actual
AG
Alfonso Galán
Márketing y Ventas (Núm. 124) · Ventas · Abril 2014
El sector de la gran distribución no ha sido ajeno a la etapa de convulsiones que estamos viviendo. Sin embargo, la caída del consumo ha concedido una relevancia aún
mayor de la que tenía antes a todas las actividades profesionales que se realizan desde que un producto está listo para su venta hasta que llega a manos de los consumidores. Y de ese proceso vamos a hablar en este artículo, de la cadena de distribución, de cómo ha cambiado en los últimos años, de cómo la innovación le ha ayudado a reinventarse y de cómo se llama esa reinvención: redes comerciales externas (también llamadas "indirectas) y compartidas. Si quisiéramos hacer un homenaje "glamuroso" del surgimiento de esta forma diferente de comercializar los productos de gran consumo, diríamos que ha sido fruto de la modernización y la innovación.
Y es que el de la distribución es uno de los sectores en los que más se están desarrollando y aplicando nuevas técnicas que faciliten las ventas a las marcas: desde el neuromárketing hasta el Big Data ligado al Internet de las cosas, que acerca a las empresas oportunidades basadas en los datos que ofrecen los dispositivos (existen, por ejemplo, moquetas con sensores incorporados capaces de medir los movimientos de los compradores y desmenuzar sus pasos hasta convertirlos en simples pautas de consumo). Si bien es cierto que el sector ha "bebido" mucho de la modernización y la innovación, los cambios en la cadena de distribución han sido, en buena parte, una respuesta a la reacción de las grandes marcas ante las dificultades económicas. Las empresas de gran consumo han reaccionado ante la caída de la demanda y el aumento de la competitividad como lo han hecho la mayoría de las compañías: con un drástico recorte de gastos que les permitiera mantener la esencia de su negocio como única parte intocable. Es una vieja fórmula aplicada a cualquier tipo de empresa: reducir todo lo que es más fácil de recortar para mantener intacto, en la medida de lo posible, lo que se llama el core business, la esencia del negocio, el equipo de profesionales e instalaciones fabriles que hacen posible que el producto salga a la calle, y luego ya se verá cómo venderlo. En esos casos hay siempre firmes candidatos a salir fuera de la estructura: Márketing, Comunicación y Comercial son algunos de los departamentos que sufren primero los recortes, aunque se trate de una visión equivocada. Y aquí se aplica una segunda regla: convertir todo el gasto fijo que se...