Retos para el liderazgo del futuro
Artículo en colaboración con:
EE
Enrique Escobar
Management & Innovation (Núm. 16) · Habilidades directivas · Junio 2019
Los grandes retos del mañana pasan por adquirir y desarrollar una serie de competencias y habilidades. Es obvio que vivimos en un mundo en constante cambio, cada vez más dinámico y desafiante. Esta complejidad se traslada también al entorno empresarial, en continua evolución. Las organizaciones actuales necesitan líderes capaces de adaptarse a estas transformaciones, que consigan mantener el rumbo de la empresa a pesar de las continuas alteraciones a las que es sometida.
Los líderes del mañana precisarán conciencia de liderazgo para pararse a revisar sus objetivos antes de lanzarse a por ellos. Las organizaciones del futuro demandarán líderes formados para serlo, personas que se preparan realmente para liderar. El reto está en desarrollar esas competencias personales de forma consciente.
La mayoría de las organizaciones de hoy en día se sustentan sobre estructuras verticales, donde no todos pueden cooperar de la misma forma. La tendencia es ir asumiendo progresivamente un modelo más horizontal, basado en la colaboración. Será necesaria más inteligencia colectiva, para que en los procesos de toma de decisiones participen cada vez más personas y el liderazgo potencie ese agente de cambio.
La innovación es un factor clave en el éxito de cualquier negocio. Las exigencias de competitividad que afrontan las empresas, presentes y futuras, son enormes. Estamos en un entorno impredecible que requiere reaccionar rápido, y necesitaremos innovación constante para que toda la organización se implique en desarrollar un clima donde se premie la creatividad.
Uno de los grandes retos pasa por formar líderes capaces de generar confianza y demostrar afinidad hacia los demás, dentro y fuera de su propia organización. Para compartir una visión y tratar de conseguir un objetivo común, el liderazgo de éxito debe apelar a las emociones y convertirse en una fuente de motivación.
Otro reto importante va a ser la inteligencia emocional, convirtiéndose en una fuente de motivación. Va a ser, sin duda alguna, una de las aptitudes más demandadas. Por otra parte, al vivir en la era de las comunicaciones, la conexión entre empresas, instituciones y personas será cada vez mayor. El uso de dispositivos tecnológicos ha influido positivamente en la productividad y también en la satisfacción laboral. Esta conectividad garantizará el acceso de los trabajadores a la información en cualquier momento y desde cualquier parte, procurando siempre la seguridad y la integración adecuadas para ser verdaderamente eficientes.
Por último, habría que comentar que siempre se ha dado una gran importancia a las funciones de planificación, análisis y control, que ejercía el líder sobre el resto del grupo. Precisamente por el cambio continuo al que ya hemos dicho que nos enfrentamos, estas competencias serán más prescindibles, pues el líder no puede, materialmente, controlar un entorno tan impredecible. Esa capacidad de transformación será necesaria, ya que los líderes se moverán con mayor frecuencia entre diferentes culturas y modelos de negocio, por lo que necesitarán mostrar flexibilidad y adaptabilidad.
Enrique Escobar
Managing Director Iberia & Latam de Talentia Software ·
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TP