La experimentación es una actividad esencial que subyace a la innovación, pero resulta difícil implementarla, tanto técnica como socialmente. Generar un entorno de seguridad psicológica, fomentar la humildad intelectual y apoyar una mentalidad de aprendizaje iterativo son acciones esenciales a la hora de generar una verdadera cultura de experimentación en una organización
Tres claves para una cultura de experimentación
LH
Lotta Hassi
Management & Innovation (Núm. 59) · Habilidades directivas · Octubre 2023
“La idea de que las innovaciones pueden ser creadas a base de estudiarlas o analizarlas contradice lo que nos demuestran la historia y los hechos” (Michael Schrage, Serious Play, 2000). El compañero inevitable de la novedad es la falta de información que podamos estudiar o analizar; no sabemos ex ante cómo realizar con éxito una idea novedosa, o, para empezar, si es posible hacerlo. En estas situaciones, la experimentación inteligente, enfocada y ágil ayuda a crear la información necesaria para determinar cuál debe ser la estrategia correcta. La experimentación, el aprendizaje a través de la práctica, la creación de prototipos y los ensayos iterativos son prácticas fundamentales en el entorno incierto de la innovación. El potencial de la experimentación radica en acelerar el proceso de innovación validando las ideas comerciales desde un primer momento, ahorrando costes y reduciendo las incertidumbres. Es un proceso iterativo de aprendizaje por ensayo y error en el que cada ciclo genera nuevos conocimientos sobre el tema en cuestión, y la fórmula para el resultado final emerge durante el trayecto.
Aunque la experimentación es una actividad esencial que subyace a la innovación, resulta difícil implementarla, tanto técnica como socialmente: debe existir una infraestructura que permita la experimentación, el personal debe poseer los conocimientos y habilidades necesarios para realizar experimentos inteligentes que tengan como objetivo generar conocimientos, los indicadores de éxito y los sistemas de recompensa no pueden penalizar el fracaso, que es un producto secundario natural de la experimentación, y se requiere una cultura que apoye la experimentación. Para construir una cultura así, la experimentación debe ser aceptada por toda la organización. Hay tres claves para crear una cultura de experimentación: generar un entorno de seguridad psicológica, fomentar la humildad intelectual y apoyar una mentalidad de aprendizaje iterativo.
1. Generar un entorno de seguridad psicológica
Nada frenará el comportamiento creativo de manera más efectiva que el miedo a cometer un error. Así pues, un clima caracterizado por la seguridad psicológica es la base para fomentar la experimentación. Se trata de un clima caracterizado por la confianza interpersonal y el respeto mutuo en el que las personas se sienten cómodas siendo ellas mismas. En un clima de seguridad psicológica, los empleados se s...
Lotta Hassi
Profesora del Departamento de Operaciones, Innovación y Data Sciences en Esade Business School ·
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TP