Tribuna: El propósito justifica la existencia de la empresa
JG
Jordi Gual
Business Review (Núm. 300) · Estrategia · Mayo 2020
Nuestra sociedad se encuentra en un momento de cambios profundos y grandes incertidumbres, como la revolución tecnológica y el cambio climático. La crisis sanitaria y económica provocada por el Covid-19 pone de manifiesto, aún más si cabe, la necesidad de que las empresas desempeñen una función social y adopten un sentido de propósito que vaya más allá de la maximización de beneficios y la pura generación de valor para el accionista. El propósito justifica la existencia de la empresa, y los beneficios son el medio para conseguir dicho propósito.
Una empresa con propósito evita el cortoplacismo y la búsqueda del beneficio inmediato, y pone el foco en la creación de valor a largo plazo. Este enfoque repercute positivamente sobre los resultados económicos, porque facilita que las empresas inviertan en tecnología y en su transformación continua y que dediquen los recursos necesarios al desarrollo del capital humano. Diversos estudios muestran que las empresas más orientadas al largo plazo son capaces de alcanzar unos resultados más elevados y menos volátiles.
En contraposición a una visión que se centra exclusivamente en el accionista, una compañía con propósito tiene en cuenta los intereses de todos aquellos que contribuyen a la generación de valor empresarial: clientes, empleados, proveedores, accionistas y la sociedad en la que desarrolla su actividad. Este enfoque de grupos de interés, o stakeholders, fomenta la cooperación y las relaciones a largo plazo, y genera un sentido de compromiso y vinculación con la empresa. La identificación de los distintos grupos con el proyecto empresarial es clave para el éxito de la empresa a largo plazo, ya que la estrategia de la compañía debe tener en cuenta sus intereses e intentar aportar valor a todos ellos.
La adopción de este modelo de gestión inclusivo y de largo plazo es más factible cuando la empresa cuenta con accionistas de referencia. En su ausencia, la dispersión de la base accionarial puede dificultar llegar a acuerdos sobre el propósito de la compañía y el horizonte temporal relevante. En este sentido, accionistas como familias o fundaciones con un compromiso a largo plazo pueden ejercer un papel relevante como impulsores de empresas con propósito y con un enfoque de stakeholders.
Jordi Gual
Presidente de CaixaBank
Jordi Gual
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Presidente de CaixaBank