Un liderazgo consciente y sostenible

Hoy ya no tiene cabida un liderazgo tóxico. Necesitamos líderes sanos, capaces de crear el contexto emocional para que la sostenibilidad tenga impacto en nuestro día a día, permitiéndonos crear y diseñar nuestro futuro.

Con recursos finitos, es necesario buscar y aplicar soluciones simples y efectivas a través de un liderazgo ágil, que genere nuevas formas de hacer las cosas, cocreando e integrando nuevos modelos de gestión, minimizando el desperdicio (zero waste) y poniendo el foco en las personas y en los equipos para seguir mejorando en cada nuevo ciclo (iteración).

Debemos fomentar un liderazgo consciente, responsable y sostenible, que ponga en valor y equilibrio el propósito, los valores y el reconocimiento de las personas y los equipos y que mejore los ratios, respetando y gestionando necesidades estratégicas como el estrés, la diversidad, el empowerment, la colaboración, la confianza, la gestión emocional, la coherencia operativa… y la escucha.

El liderazgo sostenible se establece a partir de cinco ejes –tomar conciencia, alinear, innovar, comprometer y dar ejemplo– y siete comportamientos observables en el líder, que:

1. Desarrolla y transforma personas y organizaciones.

2. Es un líder al servicio que genera seguridad en su ámbito de influencia.

3. Potencia la mejora del desempeño y de sus procesos vinculados.

4. Amplía su ámbito de influencia potenciando una visión compartida del modelo.

5. Alcanza un equilibrio entre la vida profesional y personal.

6. Fomenta y refuerza las bases y el conocimiento de dicho liderazgo.

7. Comparte de forma transparente los aspectos éticos.

Si estamos llamados a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, producción y consumo, también tenemos el reto de desarrollar un modelo de liderazgo que potencie y mejore nuestra comunicación y nuestra capacidad para coordinarnos y alcanzar los objetivos de excelencia personal y operativa.