Así retomó Dell el camino del éxito
LM
Lawrence M. Fisher
Business Review (Núm. 158) · Márketing · Mayo 2007
Hacia ?nales del año 2000, Dell se encontraba seriamente dañada. La compañía favorita de los compradores de ordenadores personales desde su fundación en el año 1984 y la preferida de los inversores desde su salida inicial a bolsa en 1988, conocida por su experiencia en la cadena de suministro, que le permitió personalizar y entregar ordenadores para cualquier bolsillo y propósito, se paralizó. Con el estallido de la burbuja de Internet, se detuvo su crecimiento. Anunció sus primeros despidos y no cumplió las estimaciones de Wall Street y las de ganancias internas durante cinco años consecutivos. El precio de las acciones de la compañía cayó de 50 a 17 dólares.
Kevin B. Rollins llevaba en Dell siete años. En aquel entonces vicepresidente senior de estrategia, se había incorporado a la empresa para desarrollar tareas de consultoría en medio de otra crisis, en octubre de 1993, cuando la compañía retiró del mercado una línea completa de ordenadores portátiles nuevos debido a defectos de diseño.
A medida que observaba las reacciones de los empleados lamentándose por la caída de sus acciones y sus sueños, Rollins reconoció que el nuevo problema era peor. "Reconozco que habíamos creado entre nuestros empleados una cultura basada en el precio de la acción, una cultura de desempeño ? nanciero y una cultura de "¿Qué hay en la compañía para mí?", explica Rollins, que en 2004 fue nombrado consejero delegado de Dell. "Debía haber algo más en esta institución para amar y disfrutar, algo más allá de sólo ganar dinero o tener un precio en alza de la acción".
Hoy, observando cualquier indicador (participación del mercado, rendimiento de la inversión o simplemente incremento de los bene? cios), Dell se encuentra entre las empresas más exitosas creadas en los últimos cincuenta años. En 2004, en su vigésimo aniversario, la empresa alcanzó los 50.000 millones de dólares de ingresos aproximadamente y creció todavía más, en dólares más que en porcentaje, que cualquier otro año previo en su historia.
Es fácil olvidar que el éxito de Dell no fue ordenado en sus inicios. Ciertamente, el resurgimiento y el crecimiento sostenido de la empresa durante los años pasados le deben mucho a la comprensión por parte de sus líderes con respecto a lo fundamental al menos tan esencial como la cadena de suministro y quizá, incluso, algo más que necesitaba ser reformado: el alma de Dell.
Dado que él y otros directivos senior liderar...