Ciberseguridad, una megatendencia en alza

Desde hace unos años, una de las megatendencias más clara es la ciberseguridad. Me gustaría aprovechar este espacio para hacer una simple valoración de si los esfuerzos que están haciendo el Estado y las empresas son suficientes o no para cubrir esa gran brecha que existe en el mercado. Este debate sigue estando de actualidad, sobre todo, en el e-commerce, dado que la crisis sanitaria ha provocado una explosión enorme de las transacciones.

Se estima que, en los últimos 24 meses, la demanda de profesionales relacionados con el mundo de la ciberseguridad se ha multiplicado por dos. Del mismo modo, la inversión de las empresas, especialmente de las que tratan datos sensibles o que operan con un gran número de transacciones de forma diaria, ha transformado su proceso para garantizar a clientes y usuarios su seguridad. La autenticación de la identidad, generar entornos seguros para el pago, el phishing, las estafas de vendedor y las estafas de comprador son algunos de los puntos calientes donde se ha puesto el foco de la inversión en el comercio electrónico.

A la vista de estos datos, podría parecer lógico afirmar que el sector público y el empresarial han “hecho los deberes”. Vamos a ver ahora la otra cara de la moneda: se estiman más de cuarenta mil ataques al día a la ciberseguridad en España; esto es un 125% más que la media de la UE, y la cifra no para de crecer. Esto nos sitúa los terceros en el ranking, según datos oficiales de la unidad de delitos cibernéticos de la Guardia Civil.

Lo más preocupante de estos datos, desde mi punto de vista, son dos aspectos. El primero es que es un número creciente y que, a pesar de los esfuerzos, no se ha conseguido frenar la tendencia creciente, que seguirá así los próximos años, en línea con la hiperdigitalización que vivimos. El segundo, que las pymes, con menos recursos, apenas invierten en segurizar su negocio, lo que las coloca en una posición vulnerable. Esto se acrecienta más con el déficit de trabajadores con la especialización suficiente para abordar estos temas y la dificultad de las pymes para ofrecer condiciones laborales interesantes para este colectivo.