Claves del lanzamiento de productos en el ámbito universitario

El sector educativo universitario está sometido a una creciente rivalidad competitiva que requiere el lanzamiento de nuevos productos y la mejora de los servicios que se ofrecen a los usuarios. Los avances tecnológicos han promovido la presencia pujante de la formación online, siendo, cada vez más, las fronteras entre este tipo de formación y la presencial más permeables. Por otro lado, las restricciones presupuestarias y las elevadas tasas de paro presionan a las universidades para ofrecer una formación que favorezca la inserción y la promoción de las personas en el mercado laboral. Asimismo, los cambios del entorno y los avances en las diferentes disciplinas provocan que las personas sientan la necesidad de formarse a lo largo de la vida para estar actualizadas y seguir aportando valor en las organizaciones en las que trabajan.

En este contexto, la necesidad de involucrar a los potenciales ocupadores y a los estudiantes en el diseño y mejora de la oferta formativa se convierte en una exigencia irrenunciable. Esta involucración, a través de procesos de cocreación, se debe asentar en un espíritu de colaboración holístico, con visión de permanencia en el tiempo y de beneficio mutuo y compartido.

Este requisito de colaboración se extiende también a los aspectos relativos a la experiencia del usuario. Así, los estudiantes y los graduados juegan un papel clave en la mejora de la propuesta de valor de la universidad, y no solo en relación a los aspectos estrictamente docentes, sino también en los relativos a los procesos administrativos y a servicios como las prácticas, la bolsa de trabajo o las instalaciones físicas y/o el entorno virtual en el que se presta el servicio, entre otros.

Para dar respuesta a todo ello, las universidades deben disponer de estructuras organizativas flexibles y procesos de gestión ágiles, lo que constituye todo un reto.