Cocreación, o cómo crear valorpara las empresas y la sociedad
GZ
Gerald Zaltman
Business Review (Núm. 200) · Recursos humanos · Abril 2011
El progreso en las ciencias del comportamiento está ocurriendo con gran rapidez, convirtiendo la época actual en un momento especialmente interesante para aquéllos de nosotros que estamos interesados en el funcionamiento interno del cerebro humano. Lo primero es comprender mejor cómo funcionan, como si fueran una sola unidad, la mente, el cerebro, el cuerpo y la sociedad. Por ejemplo, ¿cómo afecta lo que ocurre en el cerebro a las relaciones sociales y a la sociedad en general? Otro reto relacionado es comprender mejor de qué modo están vinculados aspectos específicos de la mente y del comportamiento. Por ejemplo, ¿de qué modo están relacionados la memoria y el desarrollo de conocimientos?
En este artículo me centraré en este último reto e intentaré establecer alguna relación entre procesos de pensamiento que por lo general se abordan de forma independiente. Al hacer esto, mostraré que el hilo que conecta los procesos implica la "creación de significado" y que la aguja que teje el hilo conector es el concepto de la cocreación.
LA APARICIÓN DE NUEVOS PENSAMIENTOS
La mayor parte de la actividad del cerebro y de la mente tiene lugar a un nivel más profundo que el nivel de nuestra conciencia y, por tanto, solemos referirnos a esta actividad como "automática". Muchas decisiones, por ejemplo, se toman a tal velocidad que permiten ser conscientes de ellas sólo después de haberlas tomado. Esto contribuye a la ilusión de que la conciencia dirige la mayor parte de nuestros pensamientos y acciones en lugar de ser el resultado de éstos.
Analicemos un ejemplo: usted está profundamente dormido y le despierta de pronto un fuerte ruido, quizá una alarma o la voz de un niño. Sin embargo, justo antes de que se despertara, estaba experimentando un sueño en el que este mismo ruido es en cierto modo el elemento que finaliza el sueño; es el punto final más o menos lógico de la historia que tenía lugar en el sueño. Por supuesto, es técnicamente imposible que sea el punto final del sueño. Resulta que los diferentes elementos que participan en la experiencia de un sueño y en el registro de un ruido externo viajan a diferentes velocidades y llegan en orden inverso a la parte del cerebro que nos permite recordar un sueño. Por consiguiente, tenemos la ilusión de que el ruido es el que señala el punto final de la historia. Éste es tan sólo un ejemplo de cómo la mente inconsciente es un terreno fértil para las ideas y...