¿Cómo cambia la agenda del director general a lo largo de su carrera profesional?

 

E l trabajo específico de la alta dirección de la empresa, y en particular el del director general o “número uno” de la empresa, ha sido objeto de gran interés dentro del campo de estudio de la gestión empresarial desde sus orígenes, hace ya aproximadamente un siglo. Una larga y prestigiosa lista de trabajos ha documentado cuáles son las tareas en que el director general centra su acción. Algunas de estas contribuciones revelan que, más allá de que los números uno compartan responsabilidades genéricamente similares, los modos específicos en que estos conciben y ejecutan sus agendas están influidos fuertemente por distintas circunstancias, como que el máximo directivo sea además dueño de la empresa que dirige, si esta cotiza o no en bolsa, si lidera la empresa a nivel global o solo una unidad regional o local de una multinacional, o sus años de experiencia en el cargo. En este artículo se explora en particular este último tema: de qué modo varían los modos en que los directores generales conciben y ejecutan sus tareas según los años de experiencia que llevan en su “oficio”. Concretamente, en nuestro análisis distinguimos entre directores generales “principiantes”, aquellos con una cierta experiencia y, finalmente, los “expertos” en el cargo, tras largas trayectorias como máximos responsables de una empresa. Nuestro análisis se basa en datos sobre 652 directores generales de distintas nacionalidades al frente de empresas o subsidiarias de empresas internacionales con negocios en América Latina.