Pese a que en los últimos años se han desarrollado millones de apps, sólo algunas han tenido verdadero éxito. Definir sus estrategias y apostar por optimizar el acceso a Internet desde dispositivos móviles son dos de las claves del nuevo comercio digital
¿Cómo sacar partido a las apps y la web móvil?
RT
Rob Thurner
Márketing y Ventas (Núm. 114) · Márketing · Enero 2013
Business & Technology (Núm. 7) · Márketing · Julio 2014
Las aplicaciones han experimentado un crecimiento fulgurante en cuanto a importancia en su breve periodo de vida, ya que aparecieron por primera vez en las pantallas de los usuarios de iPhone en julio de 2008. En marzo de este año, Apple tuvo 25.000 millones de descargas de aplicaciones, con una media de 1.000 millones al mes, una cifra que iguala su principal competidor en venta de aplicaciones, la Android Play Store. Las aplicaciones también han contribuido de manera positiva a los ingresos de Apple, generando unos seis mil millones de dólares. Esta cifra incluye el 30% que Apple se lleva del gasto en descargas de aplicaciones, de los cargos de los pagos dentro de las aplicaciones y de los ingresos de iAd, su negocio de publicidad para aplicaciones.
Los usuarios de smartphones actuales, que superan a los de teléfonos no inteligentes en muchos países, pueden elegir entre más de un millón de aplicaciones en las tiendas de Apple, Android, Microsoft y BlackBerry. Para el responsable de márketing, la lógica de invertir en estas apps es obvia. Pero se puede incidir en tres razones concretas para hacerlo:
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La personalización. El móvil es el último canal de márketing personalizado. No compartimos nuestros teléfonos móviles, y la mayoría de nosotros nunca nos separamos de ellos. Cuando nos bajamos una aplicación, se convierte en "mía", creando un acceso directo a la marca elegida fácil, cómodo, instantáneo e individualizado a través del icono señalado en nuestro móvil o tablet. Se puede acceder a las aplicaciones a cualquier hora, en cualquier sitio, con o sin acceso a Internet o cobertura.
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El canal de pago. A través de iTunes, Apple creó un canal cómodo, seguro y de confianza para que los amantes de la música la descargaran y pagaran por ella. Los usuarios de iTunes crean sus cuentas online, añaden los datos de sus tarjetas de crédito sólo una vez y aceptan los términos y condiciones de Apple para que les cobre las compras a través de sus facturas de móvil, normalmente con costes de gestión muy bajos. Posteriormente, iTunes añadió libros, vídeos y aplicaciones, que se abonaban utilizando el mismo canal de pago. Desde que se empezó a utilizar este modelo de pago, Android y Microsoft han copiado el proceso.
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No hay una alternativa verosímil. Durante muchos años, parecía que Internet móvil no alcanzaba su potencial...
Rob Thurner
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Asesor de Mobile Training Academy.