Una cultura social o empresarial digna de autodenominarse como “experimental” debería aspirar a trascender los límites del conocimiento para sentir que su elemento natural se sitúa en aquellos procesos en los que, intencionalmente, la incertidumbre tiende a crecer de forma exponencial.
Descubriendo soluciones a problemas imposibles: cultura orientada al experimento
Alberto González Pascual
Management & Innovation (Núm. 65) · Estrategia · Mayo 2024
El atrevimiento de enfrentarnos con lo desconocido tiene su primera causa en la curiosidad por explorar aquello que tenemos más cerca y que, en cierto modo, nos resulta sensato y cognoscible. Una vez que fortalecemos esta facultad a conciencia, es cuando nos parece plausible el deseo de tocar lo que se halla muy alejado de nosotros: nace así el anhelo de desentramar las causas de aquello que resulta inaccesible. El deseo por superar lo imposible aportará el sentido trascendente para que la voluntad de los implicados avance a pesar de las adversidades.
Diagnosticar los sistemas establecidos de pensar y sentir
Implantar una cultura experimental en una empresa que no ha sido fundada bajo este requisito estratégico exigirá un diagnostico previo de cuáles son los resortes de motivación que priman en la organización. El primer paso será clasificar qué sistema motivacional de pensamiento y conducta prevalece, partiendo de una agrupación general de dos tipos antinómicos:
• Sistema 1: focalizado en el logro y la superación. En este sistema, que la organización culturalmente facilitaría y gestionaría en algún grado, quedarían agrupados los perfiles que multiplican su actividad sensorial y cognitiva cuando asumen la novedad y la investigación en las tareas que desarrollan. Personas que:
• Sueñan a lo grande. Son optimistas, lo que les capacita para sufrir y aceptar sacrificios en pos de su objetivo. Activan su capacidad creativa para aportar tormentas de ideas.
• Necesitan producir con agilidad para no frustrarse, es decir, sentir que progresan rápidamente, sin grandes trabas ni restricciones. Les incomoda tener que anticipar los riesgos y controlar la relación coste-beneficio con precisión material. En consecuencia, les cuesta preparar escenarios realistas y menos ambiciosos ante coyunturas adversas o con la aparición de barreras racionales infranqueables.
• Tienen cierta dependencia por obtener una retroalimentación social positiva, lo cual provoca que la crítica intensa puedan interpretarla como una destitución de sus capacidades o una pérdida de confianza en su visión.
• Su enfoque, inconformista por naturaleza, se focaliza en lograr demostrar la hipótesis de partida arraigada en su intuición.
• En su psiquismo, superar lo que está establecido como “normal” y la obtención de reconocimiento por...
Alberto González Pascual
Profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, Esade, Escuela de Organización Industrial y Universidad Villanueva, así como director de Cultura, Desarrollo y Talento en PRISA Media ·
Profesor de las universidades Rey Juan Carlos y Villanueva. Director de Cultura, Desarrollo y Talento de RR. HH. de PRISA. Doctor cum laude en Ciencias de la Información (UCM) y Pensamiento Político (Universidad Pablo de Olavide). Colabora como articulista, además de con Harvard Deusto Review, con EL PAÍS Retina y EL PAÍS Tecnología, Do Better ESADE, El Huffington Post y Diario de Sevilla. Es profesor asociado de las Universidades Rey Juan Carlos y Villanueva. Director académico del curso de transformación cultural de organizaciones en ESADE. Alumni de la JFK School of Government de Harvard University y de Cornell University, donde se ha graduado en psicología del liderazgo y liderazgo adaptativo. Investigador de Cártel especializado en la noción de angustia en la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis y Campo Freudiano de Madrid. Colabora como juez de la Liga Española de Debate Universitario (LEDU).
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